Caminar

Nos asomamos a la ventana con la última pipa humeando blanca en la oscuridad, con el cuerpo cargado de deliciosos dolores, la mente entronada en el séptimo círculo de la satisfacción; pero de repente el ánimo varía, la veleta gira y nos planteamos una última pregunta: si, durante ese intervalo, habremos sido el filósofo más iluminado o el más notorio de los asnos. La experiencia humana aún no puede ofrecernos respuesta; sin embargo, al menos tuvimos un momento hermoso y miramos por encima del hombro a todos los reinos del planeta. Y fuera esto sabio o negligente, las piernas nos llevarán mañana, en cuerpo y mente, a alguna otra parroquia del infinito

iniciar un paseo solitario, la cuestión es qué nos encontraremos por el camino. «La mente es su propio lugar»

regresar a un lugar donde vivimos con anterioridad y del que conservamos íntimos recuerdos, todos habremos descubierto que las sensaciones se hacen más y más vivas cuanto más nos aproximamos, por la mera anticipación de la impresión final

Al tratar de renovar viejos recuerdos, somos incapaces, podríamos decir, de desplegar la red completa de nuestra existencia

calibramos el universo con nuestra propia medida, e incluso entendemos la textura de nuestro ser solo por partes

En el campo olvidamos la ciudad y en esta despreciamos el campo.

magnífico es retirar las trabas del mundo y de la opinión pública!; perder nuestra importuna, tormentosa e imperecedera identidad personal en los elementos de la naturaleza y convertirse en criatura del momento, libre de toda atadura

magnífico es retirar las trabas del mundo y de la opinión pública!; perder nuestra importuna, tormentosa e imperecedera identidad personal en los elementos de la naturaleza y convertirse en criatura del momento, libre de toda atadura

Salimos de excursión principalmente para hallarnos libres de todo impedimento y toda inconveniencia, para dejarnos a nosotros mismos atrás en mucha mayor medida que para librarnos de otros.

muy probable que quien se lanza a caminar acabe solo.