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José Lezama Lima

La cantidad hechizada

  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    Ese mismo alfabeto nos entrega un dato aterrador en relación con la expresión contemporánea. Cinco letras, cuyos significados nos son desconocidos, fueron introducidas por un poeta. La poesía, en el período mítico, no solo llegó a crear dioses, sino también signos desconocidos. Al lado de la vivienda del pastor y del campesino que traza signos en relación con la vivienda, el poeta comienza por situar signos de contenido desconocido.
  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    aposentada por la semilla, que recibe la tormenta y después reconstruye
  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    En el signo alfabético hay algo de la vivienda en la extensión
  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    el alfabeto naciendo en el terror del desierto
  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    En el afán primero, que rodea el nacimiento de la escritura, queda el propósito de señalar un contorno a la extensión, quizá el alfabeto sea también un parimiento de la extensión, como el árbol, y de escribir su nombre. Fueron «tan lejos como el río lo permitió», y para grabar el lentísimo paso de danza de la caravana,
  • Talia Garzacompartió una citahace 9 meses
    siempre lo sobreviviente, como si el hombre habitase también el centro de la creación. Hay una invención del fuego y sus vicisitudes que culminan en la destrucción, pero hay también una red de coordenadas en la poesía que llevan al hombre a la visión de la gloria, a la resurrección
  • Ximena Pradocompartió una citahace 5 años
    Cuando el pueblo está habitado por una imagen viviente, el estado alcanza su figura. El hombre que muere en la imagen, gana la sobreabundancia de la resurrección.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 5 años
    lo imposible al actuar sobre lo posible engendra un potens, que es lo posible en la infinidad.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 5 años
    No basta que la imagen actúe sobre lo temporal histórico, para que se engendre una era imaginaria, es decir, para que el reino poético se instaure. Ni es tan solo que la causalidad metafórica llegue a hacerse viviente, por personas donde la fabulación unió lo real con lo invisible, como los reyes pastores o sagrados, el Monarca como encarnación viviente del Uno (que en la cultura china arcaica es el agua, el Norte y el color negro), o un Julio César, un Eduardo el Confesor, un San Luis, o un Alfonso X el Sabio, sino que esas eras imaginarias tienen que surgir en grandes fondos temporales, ya milenios, ya situaciones excepcionales, que se hacen arquetípicas, que se congelan, donde la imagen las puede apresar al repetirse. En los milenios, exigidos por una cultura, donde la imagen actúa sobre determinadas circunstancias excepcionales, al convertirse el hecho en una viviente causalidad metafórica, es donde se sitúan esas eras imaginarias. La historia de la poesía no puede ser otra cosa que el estudio y expresión de las eras imaginarias.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 5 años
    Vico no podía comprender el hechizo entero de la ciudad, de la marcha del campesinado penetrando en lo irreal, en lo imposible.
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