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Dora Barrancos

Historia mínima de los feminismos en América Latina

  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    Se imponen allí al menos dos circunstancias fundamentales para la interpretación del desarrollo de las luchas por los derechos de las mujeres, a saber: el impacto de la Revolución iniciada en 1910 que perduró más de una década y la cercanía con Estados Unidos, cuyos feminismos se forjaron antes de mediados del siglo XIX y que incontestablemente gravitaron sobre las mujeres mexicanas. Debe señalarse el desarrollo de la historiografía de las mujeres en México, lo que ha permitido un escudriñamiento más intenso aunque las páginas que les he dedicado están lejos de hacer justicia a la magnitud de las indagaciones allí efectuadas. No deja de ser notable que las mexicanas, a quienes se había hecho promesa formal del sufragio desde época relativamente temprana y que lo obtuvieron bajo la Presidencia de Lázaro Cárdenas, no pudieron gozar de ese derecho nada menos que por falta de promulgación de la ley,
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    Más allá de ese severo percance, fue en este país donde hubo un renacimiento singular de la llamada “segunda ola” del feminismo y no sólo porque la ciudad de México se constituyó en el gran palco de la primera Conferencia Mundial de la Mujer, convocada por Naciones Unidas en 1975, sino porque, una vez más, hubo intercambios fundamentales con las teóricas y militantes norteamericanas de los cuales surgieron conceptuaciones locales, con vigoroso tono vernáculo.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    Aquella agenda inicial estuvo signada por las siguientes cuestiones fundamentales: la igualdad jurídica, la equiparación de los derechos políticos, los beneficios de la educación y el reconocimiento de los valores de la maternidad con la debida protección de las madres y la prole. Después están los detalles de la acción feminista, más o menos temeraria, en cada una de las naciones.

    El segundo ciclo que se desarrolló en Latinoamérica sin duda respondió a las renovaciones impulsadas por el feminismo de la “segunda ola”. Al final del siglo XX había evidencias rotundas de cambios en el mercado laboral, un singular egreso de mujeres con alta calificación de las universidades y en diversas disciplinas y un incremento incontestable de su participación en la vida política, científica y sindical. Antes del cambio de siglo algunas mujeres llegaron a presidir sus naciones y a principios del XXI otras las emularon.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    En el primer ciclo de desempeño, la mayoría de las feministas en la región provenían de grupos letrados, fueron maestras o se dedicaban a las letras o conquistaron alguna profesionalidad en la incipiente apertura de
    la vida universitaria
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    feminismos latinoamericanos, en efecto, ofrecen un parteaguas temporal que no coincide exactamente
    con el de las cuencas norteamericanas y europeas, aunque se asimila bastante. En conjunto —estoy lejos de indicar un comportamiento idéntico de los movimientos feministas en cada uno de los países de la región—, hay un amplio ciclo que va desde su germinación en las décadas 1900-1910 hasta los años cuarenta; luego sobreviene un cierto estancamiento al que siguió un reflorecimiento en los años setenta, con un cambio notable de la agenda que se observa sobre todo en el desempeño de las décadas ochenta y noventa. Podríamos discurrir acerca de un tercer ciclo, iniciado a fines de la década de 1990 y que llega a nuestros días, cuando asistimos a una notable expansión de las manifestaciones más libres de las sexualidades, a la propensión a agendas más vernáculas con ecos poscoloniales, a la masividad de las reivindicaciones y a formas más osadas y expansivas de la protesta antipatriarcal.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    volvamos al lapso temporal de más de un siglo desde la implantación feminista a inicios del siglo XX y situemos las características generales que tuvieron los diferentes cauces con el correr de las décadas.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    movimiento que las aglutina no ha contado con una masa ingente de seguidoras, aunque en el presente hay señales de que está cambiando la composición numérica de los movimientos que se dicen feministas y se está alterando notablemente la antigua fisonomía raleada de congéneres.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    debe decirse que su desenvolvimiento a lo largo del siglo XX no se correspondió con un movimiento masivo, con adhesiones de escala demográfica muy expresiva, como ha sido la historia de otros emprendimientos por la conquista de derechos como la protagonizada por el movimiento obrero.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 3 días
    A la “segunda ola” que abarcó algunas décadas pudo seguirle una “tercera ola” si se tiene en cuenta la producción abigarrada de los años 1980-1990 y especialmente las críticas que sufrió la línea hegemónica feminista más identificada con la condición existencial de las mujeres blancas, de clase media, profesionales y en general con mayor educación formal. Aunque el conjunto de los movimientos abrevaba en una circunstancia que me parece que define el sentido de la renovación, cifrado en la reivindicación del cuerpo, su reapropiación, al que se daba identidad, sensibilidad y experiencia propia. Si cabe un resumen del discurso feminista dominante
    en la escena de la “segunda ola” fue el de la disposición del cuerpo, que estuvo lejos de ser la materialidad anatómica y fisiológica, pero sí fue el territorio de inscripciones de los modos de identificación del percibirse mujer. Si el cuerpo reapropiado ya resultaba una geografía nueva, la otra dimensión que vino a tono y se situó en lo más alto de la reivindicación fue exponer la violencia perpetrada por los varones, enunciar el maltrato y proponer el fin de las manifestaciones dolorosas, arrancarse de los ataques y sobre todo de sus escaladas. “Violencia contra las mujeres” fue un concepto creado por la segunda ola; no existía en el repertorio de las agitaciones feministas de la primera fase.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZcompartió una citahace 7 días
    Beauvoir interpretó la principal razón por la que las mujeres seguían fieles al régimen del sometimiento patriarcal, y sostuvo que eso era posible porque la libertad era un paso lleno de vicisitudes, y que frente a sus desafíos prevalecía la actitud de la inmovilidad.
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