José Bianco
Las ratas
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Las ratas

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Leer es uno de los ejercicios más personales de la inteligencia, un banquete íntimo de la imaginación y de la libertad. La virtualidad de la literatura permite saldar injusticias, traspasar los límites de lo establecido o mejorar simbólicamente una circunstancia que el sentido común ha declarado irreversible. Leer literatura argentina supone, además, redescubrir la inmediatez de una lengua y una cultura propias, entablar una conversación capaz de hacernos más lúcidos, entrenarnos para comprender y discutir una realidad en toda su riqueza y en su desafiante complejidad. «Las ratas» (1943) de José Bianco es un ejemplo único de esa diversidad. En la concisa perfección de su escritura, en la desasosegada historia de una familia culta de clase media, se esconde un drama que condensa múltiples claves de la sociedad argentina.
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84 páginas impresas
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Citas

  • valen renoldicompartió una citahace 7 meses
    categórica:

    —Antonio y Julio no se parecen. Hablo del cuadro. ¿No encuentran ustedes que el cuadro se parece a Julio?

    Yo iba a sostener la opinión de mi madre, pero en ese momento las miradas de Isabel, Núñez y mi padre se fijaron en Julio, y creí notar que Julio se ruborizaba; de todos modos, para sustraerse a esa molesta confrontación mental, desvió los ojos y los detuvo en los míos. Fue un segundo, pero interpreté su violento deseo de que me callara. Nada había dicho, por suerte, pero no necesitaba hablar para que Julio leyera en mi pensamiento. La respuesta de mi padre nos alejó del tema. Yo escuchaba sus palabras tratando de vencer mi confusión
  • valen renoldicompartió una citahace 7 meses
    categórica:

    —Antonio y Julio no se parecen. Hablo del cuadro. ¿No encuentran ustedes que el cuadro se parece a Julio?

    Yo iba a sostener la opinión de mi madre, pero en ese momento las miradas de Isabel, Núñez y mi padre se fijaron en Julio, y creí notar que Julio se ruborizaba; de todos modos, para sustraerse a esa molesta confrontación mental, desvió los ojos y los detuvo en los míos. Fue un segundo, pero interpreté su violento deseo de que me callara. Nada había dicho, por suerte, pero no necesitaba hablar para que Julio leyera en mi pensamiento. La respuesta de mi padre nos alejó del tema. Yo escuchaba sus palabras tratando de vencer mi confusión
  • valen renoldicompartió una citahace 7 meses
    categórica:

    —Antonio y Julio no se parecen. Hablo del cuadro. ¿No encuentran ustedes que el cuadro se parece a Julio?

    Yo iba a sostener la opinión de mi madre, pero en ese momento las miradas de Isabel, Núñez y mi padre se fijaron en Julio, y creí notar que Julio se ruborizaba; de todos modos, para sustraerse a esa molesta confrontación mental, desvió los ojos y los detuvo en los míos. Fue un segundo, pero interpreté su violento deseo de que me callara. Nada había dicho, por suerte, pero no necesitaba hablar para que Julio leyera en mi pensamiento. La respuesta de mi padre nos alejó del tema. Yo escuchaba sus palabras tratando de vencer mi confusión
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