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Nicola Pugliese

Aguamala

  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    La esponjosa toalla le secó la cara y esa misma cara se paró a mirar con un guiño. ¡Qué imbécil, Dios mío, qué imbécil!
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    probablemente la vida volverá a ser lo que siempre ha sido, ninguna convulsión apocalíptica vendrá a abrir heridas y a desempedrar las calles, jamás ocurrirá el tremendo suceso extraordinario; pensar que ocurriría era una colosal estupidez, pero ya sabéis cómo va esto, a veces te sugestionas, te obcecas, pero no hay nada, nada en absoluto: los días tirarán como en el pasado por la inclemente calle de en medio, ¿qué quedará? Sólo ese eco difuso, esa melancolía en la pupila entornada para recibir la luz.
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    ¡Ay, Dios santo, duran tan poco las cosas bellas, es tan corta su existencia!
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    pero ese futuro jamás se consumaba, pues la vida siempre disiente de lo que uno ha ideado, así que casi convendría no pensar, ¿cómo dicen?, dejarse llevar por la corriente y tomar las cosas como vienen
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    Adriana Cuomo lo sabía bien: si un hombre no consigue hacerte tilín con sus propias armas, la batalla está perdida y no hay modo de socorrerlo; de todas formas, esa idea del esposo Marco la archivaba en un rinconcito, que en esta vida nunca se sabe, el mundo es un cambalache de padre y muy señor mío; a veces piensas que no serás capaz de hacer determinada cosa y luego te ves haciéndola o viceversa
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    Entendámonos: no es que sea realmente lo mismo, eso no, pero siempre hay unas cosquillas, un dulce picor que retorna puntualmente cada vez, quién sabe si también a los cincuenta años.
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    los ancianos son siempre apacibles, siempre flemáticos y dignos, no corren por la calle, no levantan la voz, quizá porque cada día interpretan un ensayo general de la muerte, un simulacro; una mañana los visitará la Parca y ellos estarán ya entrenados, de modo que no será un gran trauma, apenas el agravamiento de una condición que en muchos aspectos les resulta familiar.
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    Y qué más daba una u otra, ésta o aquélla? Si abandonas tu ciudad, si rompes amarras, lo demás es igual, siempre igual, dondequiera que estés, ¿o no? El cordón umbilical se ha cortado y después del corte todo es en verdad lo mismo y además se ve y se corrobora que nunca perteneces a nada, ni siquiera a la suma de calles y razones que parecen componer tu ciudad. Jamás perteneces, en efecto, y si te obstinas en la pertenencia siempre queda esa zona oculta de la mente que la repudia, que se enrosca contra ella como un erizo.
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    ineluctable, como si la voluntad se hubiese devaluado o envilecido hasta extremos musgosos privados de consistencia, y la humedad dibujaba con el moho los contornos de cada piedra.
  • Mauricio Paredes Fernándezcompartió una citael año pasado
    O sea: casi agotada cualquier capacidad de reacción, Nápoles capitulaba sin oponer resistencia a la lluvia
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