Rachid Benzine

Así hablaba mi madre

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  • Sandra Viviana Chisaca Leivacompartió una citahace 2 años
    No sé si mi madre ha sido una buena madre. O simplemente una madre que hizo lo que pudo. Con lo que Dios le dio como conocimiento, como amor, como coraje. Como paciencia también. Solo sé que es la mía. Y que mi mayor riqueza en esta vida es haber podido amarla.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 6 meses
    No sé si mi madre ha sido una buena madre. O simplemente una madre que hizo lo que pudo. Con lo que Dios le dio como conocimiento, como amor, como coraje. Como paciencia también. Solo sé que es la mía. Y que mi mayor riqueza en esta vida es haber podido amarla.
  • sebalidijovercompartió una citahace 2 años
    Pienso en eso y luego el presente me llama.
  • sebalidijovercompartió una citahace 2 años
    Mi madre es una ciudadela impenetrable, esa en la que siempre me refugié con confianza, seguro de que ella me defendería contra viento y marea. Sus brazos son mis murallas. ¿Qué hacer cuando caigan? Pienso en eso y lloro. Pienso en eso y me falta valor. Pienso en eso y luego el presente me llama. Está todavía aquí. Debo quedarme en el “ahora”, alimentarme de cada instante, de cada sonrisa, hacer de cada momento una eternidad.
  • sebalidijovercompartió una citahace 2 años
    Sin dudas, ese día habrá marcado para siempre mi existencia. Por sus peripecias. Por el amor de mi madre. Por ese momento en que entonamos a todo pulmón “Toute la pluie tombe sur moi” [“Cae la lluvia sobre mi cabeza”] de Sacha Distel en las calles abandonadas por los peatones, como para conjurar la mala suerte. Y para el guiño con la historia particular que mantendríamos, décadas después, mi madre y yo, con Balzac y su Piel de zapa.
  • sebalidijovercompartió una citahace 2 años
    A mi madre le gustaba mucho esa canción. Cerraba los ojos, inclinaba la cabeza, se balanceaba al ritmo de la suave melodía y yo la sentía en otra parte, buscando las imágenes, los colores y los olores de su pueblo natal. Tanto la atravesaba esa canción que nos quedábamos entonces en silencio, ausentes, tanto de ella como de ese instante y de nosotros mismos. Hasta que mi madre abriera de nuevo los ojos y regresara a nosotros.
  • Sandra Viviana Chisaca Leivacompartió una citahace 2 años
    Cuando se exhibieron las últimas cifras: “7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0”, yo sabía que no volvería a ver nunca más la vida en los ojos de mi madre. Murió así y pude ver expresado con un cero el final de su vida. O el resumen de su vida ante los ojos del mundo: una vida de cero
  • Sandra Viviana Chisaca Leivacompartió una citahace 2 años
    Recuerdo “La vieille dame” de Sacha Distel: “Y cuando estás un poco triste/ o no te sientes bien/ enseguida se preocupa/ se queda muy cerca de ti/ dispuesta a hacer lo que tú quieras”.
  • Sandra Viviana Chisaca Leivacompartió una citahace 2 años
    Cuántas veces reprimí esta pregunta que me corta la respiración, atraviesa mi corazón como una quemadura ardiente, suspende mi propia vida… El tema del “y después”, cuando todo se haya acabado, cuando el tiempo haya concluido su trabajo, cuando el cuerpo se haya rendido, arrodillado, ante la enfermedad, cuando el aliento se haya agotado por haber luchado tanto, cuando los ojos ya no tengan la fuerza para abrirse, cuando el armisticio con la muerte esté firmado.
  • Sandra Viviana Chisaca Leivacompartió una citahace 2 años
    Me contento con respirarla. Con escucharla vivir. Con cruzar su mirada límpida. Con recibir su sonrisa enigmática. Y cuando la emoción es demasiado fuerte, desvío la cabeza. Para que mis lágrimas de hijo que corren por mi rostro no enciendan en ella ni un enésimo sufrimiento. Cuántas veces reprimí esta pregunta que me corta la respiración, atraviesa mi corazón como una quemadura ardiente, suspende mi propia vida… El tema del “y después”, cuando todo se haya acabado
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