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Xavier Musquera Moreno

Ocultismo Medieval

  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    Este sacrificio de cimentación, efectuado de noche y en secreto, que era como una forma de buscar el perdón de la Madre Tierra, iba acompañado por la colocación y consagración de una piedra en un hoyo excavado especialmente para tal fin en el centro de la obra. Esta piedra era llamada «piedra angular» o «piedra cimera» y representaba el punto de mayor elevación del templo.
    Con los años ese ritual se convirtió en simbólico
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    ser una tierra profana a convertirse en un lugar sagrado. Una vez que el recinto era santificado, quedaba preparado para recibir las obras de aquellas hermandades de constructores. Creo que una vez llegados hasta aquí, la formulación de la siguiente pregunta resulta obligada: ¿Hasta qué punto un lugar es por si mismo sagrado o bien es la mano del hombre quién lo convierte así? La cultura celta denominó a esas corrientes cosmo-telúricas subterráneas wouivres, las mismas que son denominadas en Oriente como «las venas del dragón». No cabe duda de que dichas corrientes fueron conocidas por los maestros constructores. Hace años, cuando la Geobiología todavía estaba en mantillas, una investigadora suiza, Blanche Merz [8] , se dedicó al estudio de esas «serpientes subterráneas» recorriendo medio mundo estudiando los principales enclaves considerados especiales y sagrados.
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    El ritual, constituido por invocaciones, palabras secretas y gestos corporales, era acompañado por un recorrido a modo de deambulatorio. A medida que la ceremonia se iba desarrollando, el lugar se transfiguraba, pasando de
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    piedra bruta, al tallarla, perdía así todas sus impurezas en un acto extremadamente simbólico. Para los Maestros constructores la piedra bruta no era otra cosa que la «materia prima» indiferenciada o el caos, tanto microcósmico como macrocósmico. En cambio, cuando estaba completamente tallada y pulida, llamada «sillar», representaba el acabado o perfección de la «obra». No cabe duda de que este simbolismo está emparentado con el alquímico, cuya finalidad es la eliminación de las impurezas de los metales para obtener el oro, paralelismo que encontramos en la transmutación de las imperfecciones e impurezas del ser humano (vil metal) en un ser trascendido, de luz, cuyo tránsito a un nuevo estado del ser es representado por lo áureo o incluso por el símbolo solar
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    o.
    El simbolismo de la obra prosigue con la piedra cúbica esencialmente de «fundación» por ser una de las cuatro que se colocaban en los ángulos del futuro edificio y por ello es conocida como «piedra angular». El ritual que se realizaba alrededor de dicha piedra tenía como finalidad mágica la de «insuflarle vida» para que el alma de la misma «despertara».
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    SEGÚN SOSTIENE LA TRADICIÓN, en la antigüedad se realizaba un sacrificio humano, enterrando a un hombre en el centro de la obra un punto equidistante de las cuatro esquinas del mismo­, pues existía la creencia de que de no hacerlo así el templo se derrumbaría inexorablemente.
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    Recorrerlo es una renovación interna. Lo importante no es llegar, sino hacer camino. Estar en él, vencer las pruebas que se presentan y decidir en cada de sus encrucijadas. Se trata de la propia vida en la que hay que elegir en cada instante. Hay que dirigirse hacia Occidente, a lo desconocido, donde se pone el Sol, allí donde el cuerpo perece y los iniciados regresan a su patria celeste.
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    centro de éstos es un punto arquetípico en el cual reside el Principio Supremo que es necesario buscar. Dicho punto se encuentra en el espacio sagrado y ordenado del templo. Constituye el lugar secreto y oculto al profano al cual solo se puede acceder atravesando el mítico laberinto que va del atrio al altar, de la periferia al centro del templo, en un periplo que evoca al del psiquismo humano durante el proceso iniciático de búsqueda.
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    Estamos ante el sentido último de la aventura del Yo que, una vez alcanzado el objetivo, pasa de las tinieblas a la luz y de la ignorancia al conocimiento. En este sentido, el símbolo representa la victoria de lo espiritual sobre lo material, de la inteligencia sobre el instinto y de lo eterno sobre lo perecedero.
  • Arturo Fuentes Acostacompartió una citahace 4 años
    cuando las espirales y los laberintos poseen un significado esotérico, generalmente aparecen junto con otros elementos indicadores de que nos encontramos ante un lugar trascendente y frente a símbolos que nos desvelarán su contenido, ayudándonos a proseguir nuestra experiencia de adquisición de nuevos conocimientos.
    Estas espirales, y sus múltiples variantes que pueden observarse a través del ancho mundo, han sido también utilizadas como esquema del laberinto, símbolo que nos permitirá abrir otras puertas y alcanzar otros horizontes. El laberinto de Abydos, en Egipto, era conocido como «el caracol».
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