Desde chiquitos, tenemos ansias por aprender. Aprender a sonreír, aprender a decir chau. Aprender a dar besitos y a caminar.
Eso le pasó también a Lucita. Y su aventura aún no termina.
Está descubriendo tanto con sus preguntas. Está escuchando tanto con sus preguntas. Está aprendiendo la vida…