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Mimunt Hamido Yahia

No nos taparán

  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Lo primero que sufre una persona maltratada es el aislamiento, así se consigue que pienses que la que falla eres tú, que estás equivocada porque el resto de las chicas de tu edad que conoces sigue las normas, y no parecen disgustadas por hacerlo. No lo parece porque, como tú, están obligadas a callar, a no contar ni expresar sus sentimientos con respecto a lo que se espera de ellas, ni siquiera con las mujeres que las rodean, esas mismas mujeres que ni en privado ni en público son capaces de articular queja alguna
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Me costó mucho caer en la cuenta de que para muchas feministas nuestros problemas son algo extraño, ajeno, o peor: que nuestras opresiones son intrínsecas a nuestra «cultura» y, por tanto, como tema cultural que suponen que es, hay que respetarlas
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Nuestras compañeras de clase, de juegos, nuestras vecinas y amigas están ya muy por encima de todo lo que para nosotras está prohibido. Aun así, se nos ordena silencio, y muchas, más de las que me gustaría, lo hacen diciendo además que es lo que corresponde porque hemos heredado una identidad. Sí, ya no sólo heredamos la religión, heredamos la identidad religiosa que ni siquiera alguna vez tuvieron nuestros padres. Padres que siempre se han nombrado marroquíes o argelinos o amazigh, pero no musulmanes, no hasta hace pocos años
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Tú no puedes opinar sobre mi hiyab porque tú no eres creyente». ¿Quién ha decidido que no se puede hablar sobre un símbolo cuando no crees en él? ¿Hay que ser nazi para debatir sobre la esvástica? El aparato islamista no deja resquicio para buscar pretextos que nos acallen
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Tenemos que dejar de dar visibilidad a una ideología que cada día asesina a mujeres. Tenemos que dejar de creer que el hiyab es un símbolo de una fe. No os engañéis a vosotras mismas: el hiyab es la bandera blanca de rendición ante nuestro patriarcado. La imposición del hiyab en Europa no ha sido una batalla fácil para este patriarcado, pero lo está consiguiendo, y lo más triste es que lo está consiguiendo con la colaboración de mujeres que creen firmemente ser feministas
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Es un error creer que luchar contra nuestro patriarcado islámico es tener que renunciar a la fe. Esta ola fundamentalista está siendo devastadora para el movimiento feminista de las mujeres musulmanas o laicas nacidas en contextos musulmanes (y para toda la sociedad, por supuesto). Somos todas mujeres, no podemos seguir haciéndole el juego a nuestro patriarcado mientras cómodamente acusamos al patriarcado occidental de todos nuestros males. Eso es simplemente mentira.

    De nada sirve retrotraerse a un pasado colonial para justificar nuestra falta de solidaridad hoy con las mujeres encarceladas, asesinadas y oprimidas. Hay que combatir desde el feminismo a quien nos oprime porque no hay otra vía. Y el feminismo nada tiene que ver con dogmas religiosos ni con costumbres obsoletas, sean reales o inventadas por nuestro patriarcado para someternos
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Las leyes siguen sin aplicarse a niñas y mujeres, sólo por el hecho de ser musulmanas. Eso es racismo, eso es segregación, eso es discriminación y se lleva a cabo desde las instituciones de un Estado que legisla para «proteger a las menores». Está muy claro que sólo sirven para proteger a las que el Estado considera «sus menores». Así quieren acabar desde las instituciones con el racismo, con la intolerancia, tolerando lo intolerable y segregando, en este caso, por religión.
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    También se impone una seria reflexión sobre lo que significan los símbolos, ya sean culturales, religiosos o identitarios, y cómo pueden afectar sobre todo a esa parte de la población a la que desprotegemos en nombre de un pretendido respeto a normas religiosas, costumbres o identidades. Normas que chocan frontalmente con los derechos del menor a una educación en igualdad, una educación no sexista.
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    Los Estados laicos o aconfesionales no pueden permitir que la religión marque de una forma tan definida la manera en la que las mujeres podemos mostrarnos o no en el espacio público, aduciendo una supuesta «libertad de elección» que no es tal. La libertad no consiste en que una religión esclavice hasta ese punto a una parte de la humanidad que «casualmente» somos las mujeres
  • Melisa Marlencompartió una citahace 3 años
    No querer afrontar la solución del problema desde la raíz está contribuyendo a que la ideología más misógina de nuestro siglo gane una batalla tras otra. Si el Estado prohíbe que una mujer se tape el rostro es una doble discriminación, por sexo y por religión. Que una ley divina obligue a las mujeres –¡sólo a ellas!– a taparse el rostro es fe y dicen que hay que respetarla.
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