Todo lo dejamos atrás
y nada olvidaremos nunca,
porque no somos asesinos.
Nada nos quedará, pero esa nada
tendrá la imprecisión de lo que avanza y vive,
su medida azarosa,
y será suficiente para llenar esa otra nada
que abarca el breve espacio de una vida.
FRANCISCA AGUIRRE