En casa de Esther las cosas no van bien. Su padre ha sido acusado de un desfalco millonario y su madre es señalada como cómplice. Sin embargo, la joven duda que esto sea posible y se apoya sus amigos, que le repiten, como un mantra: «no creas nada hasta que lo sepas todo». Con su ayuda y acompañada de su perro guía, Esther trata de adelantarse al trabajo de los policías y descubre que los culpables… están más cerca de lo que imaginaba.
Una trama criminal en la que el trabajo en equipo y la lucha por esclarecer la verdad serán las claves principales para la resolución del caso.