El Tajín

En El Tajín no sólo se veneró al Sol y a la Luna, sino muy particularmente al planeta Venus, asociado con el culto a Quetzalcóatl, que se revela como la deidad principal del sitio.

Hemos propuesto que el sacrificado era previsto antes incluso de llevar a cabo el juego; después de todo, no hay en los rituales espacio para el azar, como sí lo hay en el juego.

El movimiento es la síntesis de la oposición de los contrarios, la esencia de la filosofía del juego mismo.

No es imposible que la base de la pelota con la que se desarrollaba el juego fuese en efecto un cráneo

Tenemos todavía más preguntas que respuestas con respecto al juego de pelota.

No sabemos tampoco cuántos jugadores formaban un equipo, pero sí podemos inferir que se trataba de dos equipos en oposición.

la concepción del juego de pelota como reproducción del movimiento cósmico que ocurre en la bóveda celeste y que complementa las dimensiones horizontales y vertica

Hay que reconocer por un lado que en la historia universal han ocurrido diversos rituales sangrientos que atraen a multitudes exaltadas.

Al final del juego, se decapitaba a un jugador, sacralizando su muerte al ofrecerla a los dioses como alimento necesario para que siguieran creando vida.

En términos simbólicos se trataba de la escenificación del enfrentamiento cósmico de las fuerzas contrarias, que hallan en el juego el equilibrio que permite la supervivencia.