365 hechos extraordinarios para sorprender a los amigos

Se intentó ajustar el calendario añadiendo o eliminando días, hasta que Julio César decidió resolver esta cuestión. Encargó a un astrónomo de su confianza elaborar un nuevo calendario, que entró en vigor en el año 46 d. C. Para recuperar los días que no aparecían en el pasado, aquel año duró 446 días, ganándose el nombre de «año de la confusión»...

¿cóMO TENÍA QUE SER DE GRANDE UNA CIUDAD PARA LOS GRIEGOS?
El filósofo griego Aristóteles tenía las ideas claras sobre cómo debía ser de grande la ciudad perfecta: sostenía que todos los ciudadanos debían conocerse entre ellos, al menos de vista. Si no era así, la ciudad había crecido demasiado.

Vladislav, rey de Valaquia,

Para demostrar que el universo no es infinito basta esperar a que caiga el sol y luego alzar los ojos. El cielo está oscuro.
Si fuera infinito, habría infinitas estrellas; ¡tantas como para iluminar el universo también de noche!

Solo 240 metros por hora: con esta velocidad media el perezoso es uno de los animales más lentos del mundo. Acelera solo si está verdaderamente en peligro, pero poco.

Es el aro gigante, una extrañísima flor de varios metros de altura, que se abre una sola vez cada varios años. Cuando sus pétalos se abren, todo a su alrededor se llena de un terrible hedor a podrido.

El valor de esta piedra, conocida como la piedra de Rosetta, está en las tres lenguas diferentes en las cuales se ha grabado su aburridísima información: en griego antiguo, en la lengua hablada en la época de los egipcios y en la antigua lengua de los jeroglíficos.

Australia es el sexto país del mundo en tamaño, pero su población total es poco más que la del área metropolitana de Nueva York: unos 23 millones de personas.

Era la pesadilla de todo científico: un resultado revolucionario y sorprendente, que nadie consiguió repetir ni explicar. Así como había aparecido misteriosamente, el monopolo desapareció.

En Japón hay que evitar a toda costa el resfriado: estornudar o sonarse la nariz en público, de hecho, está considerado como un gesto extremadamente maleducado.