bookmate game
Katharine McGee

American Royals

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    Solo te gusta hacerlo porque te da una falsa sensación de control en un mundo caótico —

    Basta lo mucho que sí soy, bastaaaaa

  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    Nina había acusado a Sam de no valorarla, pero se dio cuenta de que quizás ella tampoco hubiera valorado a Sam lo suficiente.
  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    Es una de tus cualidades más asombrosas, Sam: no te las das de nada, haces que los demás se sientan escuchados.
  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    Es como si la mitad de mi monólogo interior se hubiera apagado de golpe
  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    Pensaba que había quedado claro que, a partir de ahora, todas nuestras citas iban a ser en el Wawa.
  • Sami Lomelíncompartió una citael año pasado
    así era la corte: hasta que no fueras alguien, no eras nadie en absoluto.
  • Zaiira Ceciicompartió una citael año pasado
    Beatrice no lo oyó. El resto del mundo se había esfumado para ella.

    Dio un paso adelante y alzó los labios hacia los de Connor.

    Su buen juicio la debió de abandonar por un instante, puesto que actuó sin pensar; sin embargo, todos sus sentidos volvieron a su sitio en cuanto sus labios se tocaron. En lo más profundo de su ser, fue consciente de que aquel beso era perfecto.
  • b7901413301compartió una citahace 2 años
    Qué sucede cuando una fuerza imparable, como un arma que nunca falla, se encuentra con un objeto inamovible, como un escudo que no puede romperse?
  • b7901413301compartió una citahace 2 años
    Los corazones no se reparaban solos. Los corazones no se regeneraban y terminaban siendo más fuertes que antes
  • b7901413301compartió una citahace 2 años
    Beatrice se sentía como si fuese la primera persona de la historia en pronunciar esas palabras: que antes solo habían sido sílabas desprovistas de contenido, sin significado hasta ahora, cuando brotaban por fin de sus labios dirigidas a Connor.

    Lo repitió una y otra vez, puntuándolas a fuerza de besos: en su nariz, en su sien, en la comisura de sus labios. Un beso por cada noche que habían pasado separados antes de descubrirse mutuamente. Un beso por todo lo que Connor había tenido que sufrir, por las líneas de tinta que le surcaban la piel. Besos por un futuro con el que Beatrice a duras penas se atrevía a soñar.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)