La Casa Inundada Y Otros Cuentos

Las palabras que yo había dicho mostraban un fondo de insinuación grosera que me llenaba de amargura.

Esto lo debo haber dicho con una sonrisa provocativa, porque pensé en mí mismo como en un sinvergüenza de otra época con una pluma en el gorro

Cuando dijo "mundo", yo, sin mirarla, me imaginé las curvas de su cuerpo.

Me encontré de nuevo con el sapo y los pies, y puse mi atención en ellos sin mirar directamente.

gran trabajo y palabras que no entendí, ella sacó el cuerpo del sillón y lo puso de pie en la vereda

un instante tuve la idea de un gran error; yo no era botero y aquel peso era monstruoso.

n la noche anterior, la oscuridad me había parecido casi toda hecha de árboles; y ahora, al abrir la ventana, pensé que ellos se habrían ido al amanecer

Esa primera noche, en la casa inundada, estaba intrigado con lo que la señora Margarita tendría que decirme, me vino una tensión extraña y no podía hundirme en el sueño.

es mi invitado; sólo le pediré que reme en mi bote y que soporte algo que tengo que decirle.

me volvió a decir que la señora me llamaría por teléfono. Yo miraba el aparato esperando continuamente el timbre, pero sonó en un instante en que no lo esperaba.