Utopía

los que decidimos el futuro de nuestro recorrido, trazamos la vía. Cada ambición, cada férreo credo, lleva a una mutación en el curso de nuestros acontecimientos. Y contagia a cualquiera que esté a nuestro alrededor, en aquel determinado rincón del Multiverso y en todas sus articulaciones.

Pero la vida es un ciclo continuo, la muerte es solo el inicio de una nueva historia. No debemos temerla. Estamos hechos de energía. No será el simple declive del cuerpo el que pondrá fin a nuestro fluir en la eternidad.

Cuando también el tiempo sea domado, también del tiempo se hará mercado…

Pero debéis ser fuertes. No significa olvidarla. Significa luchar por ella, de ahora en adelante.

Quizá sea una luz que resplandece dentro de cada uno de nosotros, pero no todos están en condiciones de verla.

La vida es un ciclo continuo, un imparable devenir. A un fin sigue siempre un inicio; a un morir, un renacer.

«Conozco a una sola persona en condiciones de proveer a mi libertad. ¡Y esa persona sonríe cada mañana en mi espejo!».

A sus ojos soy pequeño. Siempre esta palabra: pequeño. La usan todos, pero ¿qué significa? Pequeño en estatura, de acuerdo. No puedo rebatirlo. Pero, en mi opinión, el pensamiento tiene profundidad, no estatura.

Llegará un día en que el hombre despertará del olvido y finalmente comprenderá quién es de verdad y a quién ha cedido las riendas de su existencia, a una mente falaz, mentirosa, que lo hace y lo mantiene esclavo… El hombre no tiene límites, y cuando un día se dé cuenta, será libre también aquí, en este mundo.

Pero, al mismo tiempo, constituía una preciosa recopilación de todas las visiones, manifestaciones y voces con que había tropezado durante su breve existencia.