—¿Quién sabía que el amor estaba en el aire cuando golpeaste a mi puerta?
Otro botón.
—Por suerte, caíste ante mis encantos, era inevitable.
—Fue el camisón, Caroline. Fue el camisón que me atrapó. Los encantos eran una ventaja. Yo no tenía idea que conseguiría una novia en el mismo trato.