Según el juicio histórico tradicional, Felipe III fue una persona indolente que, durante su reinado (1598–1621), entregó todo el poder a un valido corrupto, el duque de Lerma, con el que se inicia una larga decadencia. Felipe III ha sido juzgado mucho más severamente que su hijo, Felipe IV, y el valido de éste, Olivares, más favorablemente que Lerma, algo que resulta sorprendente si se comparan los resultados de sus respectivos gobiernos.
Sin embargo, la interpretación tradicional está siendo revisada y conocemos cada vez mejor la historia de la monarquía hispánica en los primeros dos decenios del siglo XVII, que fueron, seguramente, el cénit de su poder. Este libro simpatiza con esa corriente «revisionista», centrándose en la extraordinaria figura de Pedro Téllez-Girón, III duque de Osuna, héroe de la guerra de Flandes, virrey de Sicilia y de Nápoles, inspirador, real o supuesto, de un episodio nunca completamente aclarado, la «conjura de los españoles contra Venecia» de 1618, y armador de la mayor flota corsaria que existió en su época en el Mediterráneo. El «Grande Osuna», como le llamó, en un famoso soneto, su amigo y agente, Francisco de Quevedo, fue un personaje legendario aún en vida y, con el tiempo, pasó a ser uno de los más destacados «réprobos» de la Leyenda Negra. Su biografía, sin las fantasías y caricaturas que la han venido ocultando, ayuda a entender mejor los sucesos del reinado de Felipe III, el gobierno de Lerma y el papel de la monarquía española en Europa a comienzos del XVII.