Tom Clancy

El Oso Y El Dragón (Vol. 2)

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  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Muy bien. Ahora, camaradas -dijo Fang, dirigiéndose otra vez a los ministros-, voy a proponer algunos cambios. En primer lugar, necesitamos que el ministro de Asuntos Exteriores Shen se ponga en contacto con los norteamericanos y les diga que ha sucedido un terrible accidente y que nos alegramos de que se haya saldado sin la pérdida de vidas humanas, añadiendo que los responsables pagarán por su error. Con este fin exijo el inmediato arresto del primer ministro Xu, del ministro de Defensa Luo y del ministro Zhang. Ellos nos embarcaron en la locura rusa que amenaza con destruirnos a todos. Ustedes tres han puesto en peligro a nuestra nación y deberán pagar por el delito cometido contra el pueblo.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    ¿General, sabe dónde he pasado el ataque? – Sí, señor. Tuvo agallas, señor presidente. – Pues en estos momentos trato de situarme dentro de mi propia vida recién recuperada. No tengo ni idea de cuál es la decisión que debo tomar de acuerdo con el panorama más amplio, sea lo que sea eso. Quizá en un par de horas sea capaz de pensar en algo, pero de momento estoy totalmente seco. ¿Y sabe qué? No estoy seguro de querer tomar una decisión de ese tipo. Así que de momento no haremos absolutamente nada, general. ¿Me he explicado bien?
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Ryan se preguntó por qué no se estaba muriendo de miedo. Se había enfrentado antes a la muerte en varias ocasiones: en el Mall de Londres, en su propia casa, en el Octubre Rojo, alguna colina perdida de Colombia… Algún día le llegaría.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Procedemos según el plan previsto. ¡Ejecuten, ejecuten, ejecuten!
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Yo soy John Clark y éste es el teniente general Yuriy Kirillin. Yo soy Rainbow -explicó John-y él es Spetsnaz.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    El éxito siempre se celebraba en los términos más triunfalistas. Los obstáculos se obviaban corno algo prácticamente inexistente. Los fracasos se atribuían a los individuos que habían fallado en el cumplimiento de sus deberes, a menudo con consecuencias nefas tas para ellos. Pero un verdadero desastre se describía come una situación que no estaba del todo perdida.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Chavez asintió. – Tú te llevas a Paddy, Louis, Hank y Dieter; os ocupáis de destruir el misil. Yo me encargo de la seguridad y la vigilancia.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Eran los mismos agentes del Spetsnaz que habían entrenado durante el último mes. Casi todos los pasajeros del avión de transporte eran oficiales que hacían labores de sargento, con las correspondientes ventajas y desventajas. Lo bueno era que todos hablaban un inglés aceptable. De los agentes de Rainbow, sólo Ding Chavez y John Clark hablaban ruso con soltura.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    Bajo las alas de cada avión había cuatro misiles J-SOW, los famosos «grandes». Entre los cuarenta ocho aviones eso sumaba ciento noventa y dos proyectiles. Los J-SOW eran cilindros de unos cuatro metros de longitud y medio metro de ancho, que contenían veinte submunicionc -, BLU-108 por cilindro.
  • Manuel Elihú Díazcompartió una citahace 6 años
    El capitán Feodor II'ych Aleksandrov estaba al mando de la sección de reconocimiento de la división motorizada de rifles doscientos sesenta y cinco.
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