tiene la suficiente sangre fría como para disfrutar de su crimen sin dejarse dominar por el débil sentimentalismo que suponen los remordimientos.
metztlilunitacompartió una citael mes pasado
Afortunadamente al pueblo ha llegado un nuevo vecino, un hombre bajito de grandes bigotes, que se ha retirado a descansar y a cultivar calabacines.
Gabycompartió una citael año pasado
El doctor Sheppard ha sido un modelo de discreción —dijo Poirot—, pero yo descubro todos los pequeños secretos. Es mi profesión.
Gabycompartió una citael año pasado
Usted quiere a miss Flora y desea esconder el hecho ante la gente. Muy bien, pero escuche el consejo de Hercule Poirot: no se lo esconda usted a ella.
Gabycompartió una citael año pasado
hay un refrán que dice que los ingleses esconden sólo una cosa: su amor.
Gabycompartió una citael año pasado
¡El dinero! Todas las desgracias del mundo son atribuibles a él, o a su carencia.
Gabycompartió una citael año pasado
¡El pan de la caridad es tan amargo! ¿Verdad? Yo me sentiría muy desgraciada si no me ganara la vida trabajando».
Gabycompartió una citael año pasado
Seguro que, cuando una mujer llega hasta el extremo de cometer un asesinato, tiene la suficiente sangre fría como para disfrutar de su crimen sin dejarse dominar por el débil sentimentalismo que suponen los remordimientos.
Moncerratcompartió una citael año pasado
Conocí a Mr. Ackroyd en Londres, cuando estuve trabajando allí. Le he pedido que no hable de mi profesión en este pueblo.
—Comprendo —dije divertido por lo que taché de ridícula vanidad por su parte.
Moncerratcompartió una citael año pasado
Verá usted, el amigo de quien le he hablado era joven, creía que todas las mujeres eran buenas y, la mayoría, hermosas. Pero usted tiene ya cierta edad, es médico y conoce la locura y la vanidad de esta vida nuestra.