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Veronica, Jungkook pensó mientras miraba a la otra mujer en el sofá. Rizos oscuros, cayendo a la altura de su barbilla. Usaba lapiz labial rojo intenso y algún tipo de sombra plateada brillante en sus párpados. Intimidante.

-Mucho gusto -dijo sonriendo.

Me verás por aquí más seguido -le dijo tímidamente, sintiendose muy pequeño ante la mirada de Taehyung -Si tú quieres.

-Me gustaría -Taehyung dijo y Jungkook le sonrió.

El contraste entre ella y Veronica era más que evidente. Veronica era tan centrada, segura de si misma, de caracter fuerte, claramente inteligente y no parecia buscar la aprobación de su esposo todo el tiempo, mientras Rósie era exactamente lo contrario. Jungkook se preguntaba si se volvería igual que ella después de unos cuantos años de matrimonio.

Taehyung dijo haciendo reír a Jungkook.

El sonido captó la atención de Taehyung, por supuesto, porque giró la cabeza de inmediato hacia Jungkook y le sonrió. Jungkook lo miró apartándose casi en un instante, no sabiendo por qué, pero lo hizo y Taehyung lo hizo también

Jungkook parpadeó, quizás demasiado atento a como sonaba su nombre saliendo de la boca de Taehyung. Hermoso, sonaba hermoso. Existen solo unas cuantas cosas en el mundo: las noches estrelladas, Love me tender de Elvis, y la forma en la que Taehyung pronunciaba el nombre de Jungkook. También Rósie, el día de su boda. Sin ningún orden en particular.

Jungkook lo miró fijamente, admirando sus definidas facciones, fuertes, su mandíbula perfecta y su nariz recta, sus pómulos prominentes y cejas oscuras. Si Jungkook hubiera bebido otra copa o dos, quizás pensaría que Taehyung le parecía perfecto. El definitivamente no estaba pensando eso ahora, mientras lo miraba silenciosamente. Por supuesto que no

Si los franceses lo hicieron, está lejos de ser para hombres -

Jungkook odiaba eso, odiaba cuando no podía saber lo que alguien estaba pensando. Exepto por esta vez, no lo hacia, inclusive le parecía atractivo

El hombre de pie frente a el era alto, no mucho más que que Jungkook, pero se veía mucho más grande, más ancho, su cabello dorado caía delicadamente sobre su rostro, era ligeramente largo, con algunos mechones enredados en la parte posterior de su cuello. Vestía una brillante camisa roja y pantalones

Jungkook vió un tocadiscos de vinilo en una pequeña mesa de madera que estaba contra la esquina de la pared, la cual parecía bastaba fina. Colocó suavemente la punta de sus dedos sobre el disco, tocando despacio sobre la ruleta, cuando de repente...

-El es Little Richard. -Escuchó decir a una profunda voz, lo que le hizo voltear al instante.