Siempre me ha indignado la injusticia humana para con aquellos que se entregaban a amores singulares. Se puede condenar esas relaciones en sí, por ser anormales, pero no a aquellos seres a los que las relaciones normales les están vedadas porque están en contra de su naturaleza. Habiendo sido creados así, ¿acaso deben resignarse al aislamiento?