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Yasunari Kawabata

Lo Bello Y Lo Triste

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  • María Fernanda Laracompartió una citahace 3 años
    Nada ha terminado. Sólo comienza algo. Además, ¿no crees que el final de algo es el comienzo de otra cosa?
  • Eduardo Contrerascompartió una citael año pasado
    Eres capaz de ser bastante incómoda, tú lo sabes.

    —¿Qué quieres decir?

    —Bueno, cuando estás celosa, por ejemplo.

    —Todas las mujeres son celosas; pero tú me enseñaste, hace mucho tiempo, que es una medicina amarga y peligrosa… una espada de doble filo.

    —Con la que uno hiere al compañero y se hiere a sí mismo.

    —Ocurra lo que ocurra, ya estoy demasiado vieja para un doble suicidio o para un divorcio.

    —Ya es bastante feo que una pareja madura se divorcie; pero no hay nada más triste que un doble suicidio. Los ancianos deben de sentirse muy afectados cuando leen una noticia de ese tipo en los diarios.
  • Caoticacompartió una citael año pasado
    –Me indigna que sigas enamorada de él a pesar de todo. ¡Qué estúpidas son las mujeres...! Eso es lo que me enfurece.
  • Verónicacompartió una citahace 2 años
    soledad y su aislamiento eran distintos de los de su madre.
  • Valeria Gonzálezcompartió una citahace 3 años
    —¿De modo que pensabas en eso? ¿Por qué tienes que preocuparte por una cosa así, a tu edad?

    —¡Porque no soy tan tonta como tú, que has pasado veinte años enamorada de alguien que arruinó tu vida!
  • Valeria Gonzálezcompartió una citahace 3 años
    Las mujeres son seres dignos de compasión, ¿no te parece, Otoko? Un joven jamás se enamoraría de una mujer de sesenta años; pero, a veces, muchachas adolescentes se enamoran de hombres cincuentones o sesentones. No sólo porque piensen en obtener algo de ellos… ¿No estoy en lo cierto?
  • Valeria Gonzálezcompartió una citahace 3 años
    Supongo que en una mujer, hasta el odio es una forma del amor —prosiguió Keiko.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 3 años
    La brumosa lluvia primaveral suavizaba el perfil de la montaña que se levantaba más allá del río y la embellecía más aún. Tan mansa era la lluvia que las dos mujeres apenas si advirtieron que se estaban mojando, mientras caminaban de regreso al coche. Ni siquiera se molestaron en abrir los paraguas. Los delicados hilos de agua se perdían en el río sin alterar su superficie. Las flores de cerezo se entremezclaban con tiernas hojas verdes y los colores de los árboles florecidos se esfumaban en la lluvia con matices sutiles.
  • María Fernanda Laracompartió una citahace 3 años
    apasionante, ¿no? —dijo Taichiro—. Estoy haciendo una investigación sobre Sanetaka. Vivió hasta los ochenta y dos años y llevó un diario durante más de sesenta… Es una importantísima fuente histórica del siglo XVI. Además se lo menciona con frecuencia en los diarios de otros nobles y poetas de la corte. Fue un período fascinante, una época de gran vitalidad cultural en medio de las guerras y de la inestabilidad política.
  • María Fernanda Laracompartió una citahace 3 años
    Son bellísimas, ¿no? Son las «Tumbas de los tres Emperadores»… Verdaderas obras maestras del trabajo en piedra. Para mi gusto, las más bonitas son la de este lado y la de los cinco anillos… esta del medio.
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