Liderazgo

autor Daniel Goleman escribe en su libro Primal Leadership: «En pocas palabras, en cualquier grupo humano, el líder tiene el poder máximo de influir en las emociones de todos […]. La manera de gestionar su estado de ánimo afecta al estado de ánimo de los demás, lo cual no es únicamente un asunto privado, sino algo que afecta también a la buena marcha del negocio».

En las organizaciones, la autoridad formal viene del puesto que ocupas, pero la autoridad real se tiene que negociar día tras día.

La estructura social de los grupos de amigos en los que crecen los chicos hace que estos estén siempre buscando la oportunidad de hundir a los demás y de colocarse ellos en una posición superior. En cambio, uno de los rituales que las chicas aprenden es a colocarse en una posición inferior suponiendo que los otros reconocerán la naturaleza ritual de desconsiderarse a sí mismas y que las ayudarán a subir de nuevo

Los estudios demuestran que las mujeres tienden a ocultar su seguridad y que los hombres tienden a minimizar sus dudas.

Sea cuál sea la motivación, las mujeres son menos proclives que los hombres a ser presuntuosas. Y son más proclives que los hombres a creer que, si lo fueran, no agradarían a los demás

Cuando te muevas, hazlo deliberadamente y con precisión hacia un punto específico, en lugar deambular de un lado a otro constantemente. Y cuando dejes de moverte, párate. Si te mueves con inquietud o constantemente das la sensación de que no controlas; en cambio, si estás quieto, demuestras que estás tranquilo. Si combinas esto con una buena postura, conseguirás lo que se conoce como aplomo, el cual transmite equilibrio y estabilidad, dos aspectos esenciales para que un líder dé una presencia creíble.

De hecho, si te ves a ti mismo como un impostor, los demás también te verán así. Sentir que controlas y sentirte seguro es conectar contigo mismo; y, si estás conectado contigo mismo, te costará mucho menos conectar con los demás.

Pero la desconfianza en ti mismo socava completamente tu habilidad de transmitir confianza, entusiasmo y pasión, las tres cualidades imprescindibles para transmitir una buena presencia.

Mucha gente odia la inseguridad, pero la toleran mucho mejor cuando pueden mirar a un líder en el que creen y cuando ven que su actitud es calmada, lúcida y valiente. Se trata de personas en las que confiamos. Son las personas a las que escuchamos.

Esos guerreros felices nos aseguran que, por muchos problemas que tengamos, siempre acabarán bien.