—Pero ¿entonces, según tú, cuál es el sentido de la vida?
—La vida no tiene sentido. Por eso hay que dárselo a cada momento. Ahora mismo, para mí el sentido de la vida es estar aquí, contigo. Escucharte, tocarte, hacerte sonreír. Ahora mismo soy feliz. —Me lo suelta así, como si no hubiera más lógica que esa.