La primera palabra de la Ilíada es menin, a saber, la ira. «Canta, oh diosa, la ira del Pelida Aquiles», leemos al principio de la primera narración de la cultura occidental. La ira puede cantarse aquí porque soporta, estructura, anima, vivifica. Es el medio heroico por excelencia de la acción. La Ilíada es un canto de la ira. Esta ira es narrativa, épica, porque produce determinadas acciones.