Libros
Mircea Cartarescu

El ala izquierda

  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    ¿Qué haría si, de tanto descender y descender a las catacumbas de mi imaginario, perforaba las profundidades y me despertaba entre los ídolos terribles, embadurnados de sangre y esperma, de los arquetipos, del instinto del hambre y de la sed, del reflejo del vómito? ¿Y si perforaba incluso esa zona y me hundía en lo somático, enroscado a los riñones y las vértebras, ahogado por las células de las que nacen el pelo y las uñas, suavemente acariciado por los movimientos peristálticos de los intestinos?
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    La falta de continuidad de mi yo me provocaba una presión ácida en el plexo solar. Me parecía intolerable disolverme, noche tras noche, en una jungla terrorífica que se encontraba en mí pero que no era yo.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    Pero siempre me daba miedo quedarme dormido. ¿Dónde estaría mi cuerpo durante tantas horas? Tal vez llegara a lugares de los que no podría regresar o de los que regresaría transformado en un monstruo horrible.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    El doble de Dostoievski o en La física para todos.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    Hacia el final de la noche, el sentido de los libros se evaporaba por completo y yo solo sostenía en mis brazos sus páginas porosas, los signos cabalísticos incomprensibles, el perfume del papel polvoriento, el perfume más excitante de la Tierra. Mis dos hemisferios cerebrales se contraían de placer en su escroto óseo
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    ¿Cómo conseguía poner un pie delante del otro? ¿Cómo secretan sus jugos mi páncreas y mi glándula pituitaria? ¿Cómo nacen los espermatozoides en mis testículos y los sonidos en mi cóclea? Me palpaba el cuerpo con las manos y no conseguía entender por qué era precisamente aquella amalgama de huesos, cartílagos y piel y no cualquier otra criatura.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    y a Séneca y a Kogălniceanu y a Bălcescu y a Rosetti y a Vasile Lascăr,
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    mamá, tú me has dado el poder de soñar.

    estaría noches enteras mirándote a los ojos

    y con tu mano en mi mano creo que empezaría a comprender.

    y latiría de nuevo tu corazón por nosotros dos

    y entre nuestros cráneos translúcidos como la piel de los camarones

    brotaría un fantástico cordón umbilical

    y la hipnosis y la levitación y la telepatía y el amor

    serían solo flores de colores en nuestros brazos.

    juntos

    jugaríamos eternamente un juego de cartas con dos únicas figuras:

    vida, muerte

    entretanto las nubes brillarían al romper el día, a lo lejos.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    pues todos tenemos una bóveda estrellada en el cráneo y, sobre ella, la conciencia moral.
  • kml52796compartió una citahace 4 meses
    La revelación era como un grito de alegría silenciosa que solo tenía en común con el orgasmo la brutalidad epiléptica, pero que expresaba alivio, amor, sumisión, entrega, adoración.
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