Mariana Hernández Cruz

  • Pilar Orellanacompartió una citael año pasado
    archivos abiertos con cualquier sugerencia
  • Pilar Orellanacompartió una citael año pasado
    humano es indistinguible del oxígeno
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Al primer vistazo, los doce hombres que están sentados alrededor de la mesa parecen bastante ordinarios. Hombres de éxito, a juzgar por su ropa discretamente costosa. La mayoría estará en los últimos años de los cincuenta o los primeros de los sesenta, y todos tienen el tipo de rostro que uno olvida de inmediato. Sin embargo, hay en ellos una vigilancia imperturbable que no es para nada ordinaria
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Palermo, caballeros, actualmente, es el principal punto de entrada de cocaína a Europa, resultado de alianzas estratégicas entre los cárteles de droga mexicanos y la mafia siciliana
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    problema con Salvatore Greco no es su predilección por la tortura y el asesinato —continúa—. Cuando los mafiosos se matan entre ellos es como un horno que se limpia sólo. Sin embargo, en tiempos recientes, Greco ha comenzado a ordenar los asesinatos de miembros de la clase dirigente. Hasta ahora, su marcador es dos jueces y cuatro magistrados supremos asesinados con carros bomba, y una periodista investigadora que fue acribillada fuera de su apartamento el mes pasado. La periodista estaba embarazada cuando murió. El niño no sobrevivió
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Caballeros, pienso que debemos tomar una decisión ejecutiva con respecto a Salvatore Greco. Es una fuerza peligrosamente incontrolable y que está más allá del alcance de la ley
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    En ese caso... —el hombre se pone de pie—. Yo soy Olivier, y ella es Nica.
    —Villanelle
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Ustedes —dice Villanelle. ¿Cómo sería, se pregunta, perderse en esa mirada de oro? Sentir esa boca olorosa a humo sobre la suya. Está disfrutando el momento; sabe que ambos, Olivier y Nica, la desean. Creen que están jugando con ella y Villanelle les va a seguir la corriente para que lo sigan pensando. Será divertido manipularlos, ver hasta dónde llegarían.
    —Tengo una sugerencia —dice Olivier y, en ese momento, el teléfono que Villanelle lleva en el bolso empieza a parpadear. Un mensaje de una sola palabra: desvío. Se levanta sin ninguna expresión. Mira a Nica y a Olivier, pero en su mente, ellos ya no existen. Sale sin decir una palabra y, en menos de un minuto, se incorpora en su Vespa al flujo de tráfico que se dirige al norte
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Sin embargo, una revisión del contenido revelaría poco más que los detalles de una cuenta de operadora financiera exitosa y los archivos serían igualmente poco comprometedores. No tiene sistema de sonido. Para Villanelle, la música, en el mejor de los casos, es una molestia innecesaria y, en el peor, un peligro mortal. En el silencio reside la seguridad
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Su nombre era Oxana Vorontsova y estaba oficialmente matriculada como estudiante de francés y lingüística en la Universidad de Perm, en el centro de Rusia
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