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Joseph Ratzinger

  • Maria Esquivias Padillacompartió una citael año pasado
    Tal vez nos vengan aquí a la memoria aquellas palabras que Evelyn Waugh pone en labios de la emperatriz Elena en ocasión del hallazgo de la cruz evocando el recuerdo de los sabios de Oriente. Les dice ella: Vosotros habéis llegado tarde, al igual que yo. Los pastores, y hasta las bestias, llegaron antes que vosotros. Ya estaban reunidos con el coro de los ángeles cuando vosotros ni siquiera os habíais puesto en camino. Por vuestra causa tuvo que relajarse un poco hasta el estricto ordenamiento del cielo. Queridos primos, rogad por mí, rogad por los grandes de este mundo, rogad por todos los eruditos y las almas delicadas, que no queden totalmente olvidadas ante el trono de Dios cuando los sencillos hagan su entrada en su reino (cita no textual de H. Maier, «Der Humanist und der Ernstfall», Internationale Katholische Zeitschrift Communio 8 [1979]: 66 s.).
  • Maria Esquivias Padillacompartió una citael año pasado
    Pero hay una segunda cosa que se indica a los pastores en el evangelio de Navidad y que resulta importante. Dice el evangelio que fueron corriendo a Belén y contaron todo lo que habían escuchado: ellos, que eran más bien hombres de pocas palabras, alabaron y dieron gloria a Dios, de sus labios desbordó aquello de lo que estaba lleno su corazón. Se dieron prisa. Esta prisa aparece otras varias veces en la Sagrada Escritura: después de la Anunciación, María se pone deprisa en camino hacia su parienta Isabel, los pastores van corriendo hasta el pesebre, Pedro y Juan corren hacia el resucitado. Esta prisa no tiene nada que ver con el ajetreo de quienes viven torturados por la agenda. Es lo contrario de eso. Significa que toda esa falsa prisa cae cuando aparece lo auténticamente grande e importante. Es la alegría que da alas al hombre.
  • Diego Camposcompartió una citael año pasado
    La conclusión que se desprende de todo esto parece clara: supuesto que la sociedad postsecular tiene el mayor interés en defender la igual dignidad de sus miembros, ¿por qué habría de ignorar los recursos para esta tarea que le brinda la sabiduría moral decantada en las tradiciones religiosas?
  • Diego Camposcompartió una citael año pasado
    Mas, ¿no podrían ser las religiones las que aportaran los fundamentos éticos en los que se apoye la regulación jurídica de la convivencia a escala planetaria?
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    mundo vive del hecho de que siempre ha habido quienes han creído, quienes han esperado y amado.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    Jesús con tres hombres. En ellos y en sus respuestas se refleja lo que es el seguimiento, lo que significa el sacerdocio. Sorprende, en primer lugar, el hecho de que Jesús rechace al que se le acercó primero y le dijo que quería seguirle. Esto significa que el seguimiento o —para llamarlo ya, sin más rodeos, por su verdadero nombre— el sacerdocio no lo puede elegir nadie por su propia decisión. No es posible imaginarlo como un modo de conseguir seguridad en la vida, de ganarse el sustento, de obtener una cierta posición social. No se le puede elegir simplemente como algo que proporciona seguridad, amistad, protección y cobijo, como un medio con que poder organizar la vida. Jamás puede ser simple medio de asegurar la subsistencia, elección personal. Nadie puede darse a sí mismo o por sí mismo el sacerdocio auténtico. Sólo puede ser respuesta a su voluntad, a su llamada.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    sacerdocio se apoya en el valor de aceptar la voluntad de otro, de responder a la llamada de otro y, a una con ello, en obtener paso a paso y cada vez más la gran certeza de que, entregados a esta voluntad, no somos destruidos, no somos aniquilados, sino que, dondequiera se nos conduzca y fueran cuales fueren las mudanzas que nos sobrevengan, estamos llegando realmente a la verdad de nuestro propio ser. Así estamos, en efecto, más cerca de nosotros que cuando sólo nos aferramos a nosotros mismos.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 2 meses
    En el antiguo ritual para la ordenación sacerdotal había una sentencia inquietante: Sat periculosum est hoc (harto peligroso es esto que hoy iniciáis). ¿Hemos injertado estas ideas en nuestras vidas? Para nosotros es claro: tener que relacionarnos con Dios directamente cada día, tener esta relación como profesional con él, puede ser peligroso, porque puede significar que la cercanía de Dios acabe por parecernos trivialidad.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 2 meses
    Me siento siempre profundamente conmovido por el hecho de que la penúltima petición del Padrenuestro —perdónanos como nosotros perdonamos— es la única a la que el Señor ha añadido un comentario que en realidad es una exigencia: «como nosotros perdonamos.» Si no os perdonáis los unos a los otros —tal es el significado de la inclusión—, ¿cómo os va a perdonar el Padre?
  • juan diego esquivias padillacompartió una citahace 2 años
    nos inclinamos internándonos en el amor, que no esclaviza sino que transforma
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