Desde otros tiempos, desde siempre… ¿qué es lo que he hecho? Nada, y ya estoy en la pendiente. ¡Ah! Ese sonido recordándome el pasado me ha producido la impresión de que estoy acabado, de que no he vivido, y añoro una especie de paraíso perdido.
Pero, por mucho que llore, por mucho que me rebele, ya no tengo nada que hacer… En adelante, no seré ni feliz ni desgraciado. No puedo resucitar. Y envejeceré tan quieto como lo estoy ahora