Adriana Santoveña

  • gelivmecompartió una citahace 2 años
    Una construcción de la Época I que puede apreciarse hoy en día es el nivel más bajo del Edificio L, mal llamado el Edificio de los Danzantes. Más precisamente, este edificio debería llamarse la Galería de los Prisioneros, pues lo que representan las cuatro hileras de lápidas grabadas no son danzantes sino prisioneros asesinados o sacrificados. Aunque menos de 20 de estas piedras con prisioneros eran visibles cuando los primeros exploradores visitaron Monte Albán, ahora queda claro que originalmente había más de 300 y que su disposición general era resultado de una planeación cuidadosa.
  • gelivmecompartió una citahace 2 años
    Cada lápida muestra a un prisionero masculino, desnudo, con los ojos cerrados, la boca inusualmente abierta, a veces con volutas de sangre para señalar la mutilación genital y a veces con una abertura en el pecho, donde se habría extraído el corazón (figura III.1). La mayoría de los prisioneros aparece en posturas desgarbadas, grotescas e indigna
  • gelivmecompartió una citahace 2 años
    como los vería un observador parado sobre su cuerpo tirado en el suelo. Los primeros exploradores los confundieron con “danzantes”, y de ahí su inadecuado nombre. En años recientes, los arqueólogos se han dado cuenta de que el Edificio L era análogo a las conocidas “galerías de prisioneros” de ciudades mayas como Palenque, Toniná y Yaxchilán.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Sócrates, si se me permite decirlo, corrompía a la juventud de manera gratuita, con lecciones revolucionarias, mientras que los sofistas recibían una generosa retribución por las lecciones que ofrecían, que además eran lecciones de oportunismo.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    De tal forma, el amor es sin duda la creación de un nuevo pensamiento que brota no solo de la sexualidad, sino de lo que podría llamarse el amor sexuado-pensado. Y este amor-pensado es un componente de la construcción intelectual y espiritual de uno mismo.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    el punto de vista de Sócrates, una concepción particularmente sublime del amor, una concepción que no lo separa del sexo, pero que lo va desprendiendo poco a poco de él en favor de una especie de ascensión subjetiva.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Desde luego, esta ascensión puede, e incluso debe, iniciarse mediante el contacto con cuerpos bellos. Pero este contacto no se reduce a la excitación sexual, pues es el punto de apoyo material de un acceso a lo que Sócrates denomina la idea de lo Bello. D
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Contiene incluso la convicción opuesta: lo que el filósofo puede aportar a la política no es en absoluto la voluntad de poder, sino el desinterés.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Porque solo llegarán al poder aquellos para quienes la riqueza no es el dinero, sino lo que la felicidad requiere: la verdadera vida, plena de ricos pensamientos.
  • Sara Gabrielcompartió una citael año pasado
    Si se precipita a los asuntos públicos, en cambio, gente hambrienta de ventajas personales, gente convencida de que el poder favorece siempre la existencia y la extensión de la propiedad privada, no es posible ninguna comunidad política verdadera.
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