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Vladimir Nabokov

  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    Quizá tan sólo lo hacían para avivar su amor con agridulces recuerdos, pero quizá se daban cuenta de que, verdaderamente, el más dulce período de su felicidad había ya terminado.
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    No sé si tú y yo volveremos a vernos, pero quisiera que jamás me olvidaras».
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    Dices que darías cuantos días de vida te quedan a cambio de un instante de nuestro pasado, pero yo creo que sería mucho mejor que nos volviéramos a ver y pudiéramos comparar.
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    ¿Vendrás y nos veremos? ¿Imposible? Bueno, es horrible. Pero ¿a lo mejor puedes? Qué tonterías escribo, ¿cómo puedo pensar que hagas el largo viaje hasta aquí, sólo para verme? ¡Cuánta vanidad! ¿No crees?
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    »¡Dios mío, qué lejos están aquellos días de esplendor en que nos amábamos…! Igual que tú, pienso que volveremos a vernos, pero ¿cuándo?, ¿cuándo?

    »Te quiero. Ven a mi lado. Tu carta me ha producido tal alegría que aún estoy medio loca, de felicidad…».
  • Rocío Toledocompartió una citael año pasado
    –No me refería a ella. ¿Quién es el autor de esa obra?

    –Ah, sí, desde luego. Una vieja. Clare Nosecuántos. Había un montón de gente allí.
  • Arely Escalonacompartió una citael año pasado
    era perfectamente capaz de tener relaciones sexuales con Eva, pero suspiraba por Lilith.[3]
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    Puse en la poesía todo lo que hubiera debido poner en la vida, y ahora ya es demasiado tarde para comenzar una vida nueva.
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    Conocía el camino por la vista y por el tacto, tal como se conoce un cuerpo vivo
  • marina lzaugzcocompartió una citahace 2 años
    En aquellos primeros días de amor, se besaron tanto que a Mashenka se le hincharon los labios, y en su cuello, tan cálido bajo el lazo atado al pelo, ostentaba tiernas marcas de vampiro. Mashenka era una muchacha pasmosamente alegre, que reía de pura alegría, y jamás en burla. Le gustaban los juegos de palabras, las frases de doble sentido, los chistes y los versos. Las canciones se le quedaban grabadas en la cabeza durante uno o dos días, y luego las olvidaba, tan pronto eran sustituidas por otras.
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