No fuimos heroínas ni pretendíamos serlo, solamente queríamos sobrevivir y ¡ser, ser, ser! Aunque el lunes, lunes, lunes, intentáramos de nuevo convertirnos en quienes no éramos. Porque deseábamos ser nosotras mismas pero también que nos quisieran. Y a ciertas edades y en ciertas circunstancias a lo mejor no hay más opción que la de ser una misma de un modo controlado, metidas en moldes que nos contengan.