Disfruté mucho la primera parte, donde habla de escritoras y artistas que tuvieron cáncer y el cómo lo afrontaron o callaron. Hay partes del libro muy buenas, pero no logra ser una disertación del capitalismo en relación con la enfermedad. Más bien lo es de la conmiseración del querer seguir viviendo a la vez que encajando en el capitalismo y sus supuestos.