T.J. Demos

  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    se trata tanto de escuchar a los intelectuales que están contribuyendo con su importante trabajo a entender la ecología política de hoy, pero también de admitir que existe una tendencia general entre los académicos a no reconocer y, por tanto, a dar continuidad a la marginación de tradiciones y poblaciones que han sufrido históricamente siglos de violencia colonial.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    ha cambiado el discurso sobre el medio ambiente (gracias al pedagógico documental de Al Gore de 2006 Una verdad incómoda, al documental anti-fracking de Josh Fox Gas Land [2010] y a ensayos de divulgación científica como The Weather Makers de Tim Flannery y La sexta extinción. Una historia nada natural de Elizabeth Kolbert, además de bestsellers como Esto lo cambia todo de Naomi Klein y Shock climático de Gernot Wagner y Martin Weitzman)[2]. Este reciente florecimiento de literatura científica, informes medioambientales, documentales y movimientos activistas ha planteado interrogantes sobre el papel que desempeña el arte en un momento en que los medios de comunicación masivos, la industria cultural y el periodismo de investigación están despertando conciencias, aunque dicha sensibilización esté lastrada por la inacción gubernamental, algunos grupos de presión y el negacionismo sobre las cuestiones climáticas[3].
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    El IPCC pronostica un porvenir en el que nuestro planeta será cada vez más inhabitable y estará marcado por la extinción masiva de las especies y las crisis de salud pública; un mundo violentamente dividido por la crecida de las aguas y unas temperaturas en rápido aumento, y compartimentado por la sequía y la escasez de agua.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    medio ambiente –un conocimiento que determinará nuestras acciones futuras y nuestras posibilidades de supervivencia– proviene de diversas prácticas e instituciones que generan representaciones del medio ambiente. Por tanto, lo único que podemos hacer es afirmar la necesidad de un realismo crítico que no renuncie a la validez de la ciencia y que al mismo tiempo esté dedicado a un análisis vigilante del discurso ecológico como sistema de representación forjado en la intersección del poder y el conocimiento.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    debemos preguntarnos no sólo qué queremos decir cuando empleamos el término sostenibilidad, sino también qué intereses promueve y cuáles excluye.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    Como observa Naomi Klein, «se trata, sin duda, del legado más dañino del neoliberalismo: la materialización de su sombría visión nos ha aislado de los demás hasta convencernos no sólo de que no podemos autopreservarnos, sino de que no merece la pena salvarnos», debido a la convicción de que, en lo fundamental, la naturaleza humana no es sino avaricia competitiva, envidia asesina y egoísmo de supervivencia
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    Una visión de este tipo no significa que tengamos que romantizar la vida Indígena como expresión pura del equilibrio ecológico. Si es cierto que puede caerse en la idealización acrítica de las culturas Indígenas, también lo es que las imágenes «realistas» que presentan los que critican esta forma de romanticismo tienden a validar de manera fortuita la desposesión
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    Una parte fundamental de esta práctica experimental de análisis consiste en desarrollar modos de materializar y traducir el lenguaje de las cosas –tanto de los ecosistemas como de la vida no humana– y de las huellas y los efectos de la actividad humana (lo cual resuena con las aplicaciones conceptuales, tecnológicas y prácticas del Centre for Research Architecture en Goldsmiths, Universidad de Londres)
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    constelaciones de textos, imágenes y vídeos que tienen en común el imperativo ético de explorar el valor del mundo a partir de una materialidad y una modalidad de evaluación distintas –dejando a un lado la guerra y la apropiación, y poniendo de relieve el valor posantropocéntrico del mundo dentro de los ecosistemas–.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    el morboso placer de imaginar horrores futuros. Así, se nos conmina a ser testigos privilegiados del tiempo que vendrá, pero sin hacer nada por impedirlo. De hecho, el proyecto nos hace un flaco favor a la hora de entender los fracasos del presente, porque no identifica las causas –o mejor, porque no propone alternativas– de los «cambios climáticos más importantes» que sirven como fundamento genérico de su ficción. Como resultado, somos invitados a abrazar el goce estético de nuestra propia desaparición en el futuro.
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