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Natalia Ginzburg

  • Eduardo Limacompartió una citahace 2 años
    Existen dos tipos de silencio: el silencio con uno mismo y el silencio con los demás. Tanto una forma como la otra nos hacen sufrir igualmente. El silencio con uno mismo está dominado por la violenta antipatía que nos invade hacia nuestro propio ser, por el desprecio hacia nuestra alma, tan vil que no merece que se le diga nada. Está claro que es preciso romper el silencio con uno mismo si queremos tratar de romper el silencio con los demás. Está claro que no tenemos ningún derecho a odiar a nuestra propia persona, ningún derecho a callar nuestros pensamientos a nuestra alma.
  • Paulina Fuentescompartió una citael año pasado
    Escribí esta historia para sentirme un poco menos infeliz. Me equivoqué. No debemos buscar nunca un consuelo en la escritura. No debemos perseguir un objetivo. Si hay algo seguro es que es necesario escribir sin perseguir un objetivo.
  • Andrea Murielcompartió una citahace 2 años
    Por mis dolores reales, no lloro nunca.
  • Lili Joaquíncompartió una citahace 9 meses
    desnudar las raíces del propio silencio
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    Los sueños no se hacen nunca realidad, y en cuanto los vemos rotos, comprendemos de repente que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. En cuanto vemos rotos nuestros sueños, nos consume la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en ese alternarse de esperanzas y nostalgias.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 meses
    Igual que si llegaras tarde a una cita con amigos, escucharas una anécdota precipitarse al desenlace y te correspondiera imaginar qué la originó, cómo se enfrentaron a ella sus protagonistas: así ocurre en los relatos de Natalia Ginzburg. La autora nos cuenta las historias cuando ya se ha apagado la luz de la habitación de los niños, y algo sucede al otro lado de la pared donde están los adultos
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 meses
    De esto tienen mucho sus relatos: de respiración —inspira, espira— brevísima, apenas unas pocas páginas en las que se intuye más que se explicita, en la que el nudo se suelta antes de que nos sintamos como en casa; nos provocan la incomodidad, no nos quieren con ellos, se bastan solos. Funcionan sin el lector, y ahí la paradoja: funcionan para el lector, igual que si te enteraras de una anécdota que se describiese sin florituras, tal y como sucedió, con el tiempo exacto, contada porque necesita contarse. Así, con esa urgencia y esa conciencia sabias, con ese raro apego
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 meses
    Ginzburg convierte el relato en el territorio de la exigencia; quizá de ahí que no se prodigara en su escritura pública, exigente al decidir qué entregaba a la imprenta y qué guardaba para sí. Consciente de que el mecanismo de escritura se modifica en el tránsito de un género a otro, en sus cuentos —con mucho de estampa— Ginzburg reinventa su escritura.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 meses
    los personajes de A propósito de las mujeres irrumpen en la historia, resuelven o emborronan sus circunstancias —lo lamento: en la vida escrita, como en la vida real, ningún final es del todo feliz—, se marchan —nos marchamos— y, al hacerlo, ya han dejado su huella en nosotros.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 meses
    con hermosas frases muy estudiadas y bien construidas; ahora ya no quiero escribir así. Y además afirmaba con entusiasmo y convicción obviedades, aunque la verdad es que inmediatamente después de la Liberación, casi todo el mundo se acaloraba mucho diciendo cosas obvias.
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