Claudio Lomnitz

  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    En general, los nacionalistas intentan presentar sus ideas como producto de costumbres y raíces locales, cuando en realidad siempre tienen una deuda intelectual con extranjeros que van dando pasos análogos. Y los grandes nacionalistas culturales del México del siglo XX no son la excepción: Diego Rivera estudió en París, lo mismo que Manuel M. Ponce. Las conexiones de Chávez con Nueva York eran profundas, así como las del pintor Miguel Covarrubias. Incluso aquellos mexicanos que se mostraban orgullosos de nunca haber salido del país estaban en un constante diálogo con artefactos, ideas y personajes extranjeros.
    De tal suerte, mi primer punto es sólo un recordatorio: el nacionalismo es un momento colectivo en una trayectoria histórico-mundial. De allí que siempre esté empapado del misterio de lo inquietante: siempre se encuentran coincidencias extrañas e inesperadas entre lo local y lo extranjero.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Ya en Nueva York, siete años después de mi salida de Stanford, volví a enfrentarme con esta cuestión, y para capearla mejor inventé la categoría de “umigo”. La “u” de “umigo” es la misma raíz que la “u” de “utopía” o de “ucronía”. Los umigos no son exactamente iguales a los amigos comunes y corrientes; por ejemplo, saludan cuando quieren, y cuando no quieren, no. Sin embargo —y éste fue mi error en Stanford— tampoco son simples conocidos. En verdad la umistad ofrece numerosas posibilidades. Es cuestión de no confundirla con la amistad.
  • Álvaro Ruiz Rodillacompartió una citael año pasado
    más bien pensar la cultura nacional como una región dentro del mundo
  • Álvaro Ruiz Rodillacompartió una citael año pasado
    conflicto en Michoacán sugería una crisis de la comunidad y no sólo, como se argumentaba de manera consistente en la opinión pública, una crisis estatal y del Estado de derecho.
  • Álvaro Ruiz Rodillacompartió una citael año pasado
    1968 el historiador Luis González publicó una innovadora microhistoria de su pueblo natal en Michoacán, San José de Gracia, que se convirtió instantáneamente en una suerte de desmentido de la historia nacional
  • Álvaro Ruiz Rodillacompartió una citael año pasado
    relevancia del asunto que el libro trata parece situarse en la desconexión entre el pomposo concepto de “historia nacional” y las ricas vidas de un pueblo modesto que apenas se ha visto interpelado por ella, pero que —uno sospecha— son más reveladoras de la naturaleza de la nación que todo el mármol esculpido del grand récit.
  • Álvaro Ruiz Rodillacompartió una citael año pasado
    Durante la mayor parte de dicho siglo México se vio a sí mismo como un país con un campesinado robusto
  • Daniel Albarráncompartió una citael año pasado
    La burbuja ideológica del “México profundo” necesita estallar porque el debate debe pasar de una falsa discusión sobre esencias culturales a una discusión real sobre las opciones existenciales que enfrentamos de manera cotidiana.
  • Berenice Torrescompartió una citahace 2 años
    Díaz podía ser sangriento con las clases populares, pero la matanza de gente de clase alta era rarísima en el Porfiriato. Quería la conciliación, y la conciliación, también, debo decir, con la Iglesia, a la cual le permitió recuperar –no oficial pero sí tácitamente– muchos de sus antiguos privilegios.
  • Berenice Torrescompartió una citahace 2 años
    México fue objeto, más que cualquier otro país de América Latina, de ataques extranjeros. Me refiero a intentos de España por reconquistar el país después de que obtuvo su independencia, y ante todo a la guerra con Estados Unidos, que le costó a México la mitad de su territorio, y la invasión francesa para imponer un emperador austriaco –Maximiliano– que condujo a años de guerra civil. El resultado fue que hubo muy poco crecimiento económico, mucha inseguridad, y que el país no pudo desarrollarse.
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