Efrén Martínez

la personalidad del líder genera los mismos impactos, y saca lo mejor o lo peor de sus colaboradores;

En este punto debo precisar que el temperamento se relaciona con la esfera biológica y de la herencia, en tanto que el carácter tiene un tono más social; es decir, se desarrolla conforme a lo interpersonal. O lo que es lo mismo: se moldea por las vivencias que marcan la biografía de la persona, y tiene que ver más con el medio ambiente y la realidad que capta que con los genes.

Esto, sin embargo, no significa que no podamos oponernos a lo que hemos aprendido, e incluso, a lo heredado. Aun así, lo que recibes de tus padres, lo que absorbiste del ambiente en el que creciste y las resoluciones que has tomado en tu vida te convierten en la persona que eres.

En el primer caso, hablamos de autenticidad; es decir, la persona se hace dueña de sí misma, y pese a sentir biológicamente más ansiedad e introversión que el resto de los seres humanos, se apropia de su vida, enfrenta lo que siente, vence la timidez y se hace libre para ir tras lo valioso.

inautenticidad. ¿Por qué? Porque permanece encerrada en sí misma, reacciona ante las amenazas externas de burla o ridiculización, no se apropia de su vida y ve cómo lo valioso se le escapa de las manos sin poder hacer nada por evitarlo. No expresa la libertad y sigue huyendo de sus miedos, y así pierde la oportunidad de ir tras lo que ama.

“La inautenticidad se caracteriza por una gran dificultad para abrir el corazón y dejarse tocar por lo que es fundamental en la vida; a este tipo de personalidades les cuesta conectarse con personas, acciones, circunstancias y objetos, motivo por el cual no se da aquello de vivir lo valioso que hay afuera de uno y hacerlo propio para experimentar lo valioso dentro de uno”2.

¿Cómo identificar esa inautenticidad? Por la dificultad para asumir la responsabilidad de la propia vida. La persona le da más importancia a lo que opinan los demás y se queda con lo que le dicen; se comporta, habla, valora y actúa como se acostumbra, como se espera o como se ve bien.

No tiene un propósito ni una existencia propia.

No es dueña de sí misma. “Cuando no hay nada valioso a dónde dirigirme, me quedo quieto o corro sin dirección tan solo huyendo, no se dan conexiones reales… a lo sumo podré actuar como si los demás fueran importantes, trabajar como si tuviera sentido y hasta aparentar ser feliz, pero no podré comprometerme con una causa o con el amor por alguien”3.

Insuficiencia: El dolor de la insuficiencia genera una sensibilidad particular a sentir que es necesario demostrar que se es suficiente y capaz. Las personas con esta herida no consiguen experimentar la satisfacción por sus logros, pues creen que no lo merecen o que no han hecho todo lo que está a su alcance.