Aurora Bernardez

  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    ¡Qué impertinencia hablar de un ironista que con tanta naturalidad, con un instinto tan seguro, había convertido en tema de su obra las calles y burdeles de Alejandría! Y hablar, además, no a un público de vendedores de tienda y pequeños empleados –a los que él había inmortalizado–, sino a una digna asamblea de señoras de la sociedad para quienes la cultura que el viejo poeta había representado era una especie de banco de sangre: ellas habían ido para una transfusión. Para eso muchas habían rechazado una partida de bridge, aunque supieran que en lugar de sentirse enaltecidas saldrían de allí estupefactas.
  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    Lo que quiero decir es que Dios no nos ha creado ni ha deseado crearnos, pero que somos obra de una divinidad inferior, un demiurgo que equivocadamente se creyó Dios, ¿verdad? Ah, qué probable parece; y esa hubris arrogante ha sido transmitida a nuestros hijos.
  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    “En todas partes ando al acecho de una vida que valga la pena de ser vivida. Quizá si me muriera o me volviera loca, llegaría a encauzar todos esos sentimientos que no tienen salida. El médico de quien estuve enamorada me dijo que yo era una ninfómana, pero en mi placer no hay glotonería ni complacencia, Jacob.
  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    Ahí está nuestro mal –decía–. Queremos meter todo en los moldes de la psicología o la filosofía.
  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    »Y sin embargo, tenía la objetividad suficiente para comprobar que el amor se alimenta de celos, porque esa mujer fuera de mi alcance, y sin embargo en mis brazos, se volvía diez veces más deseable, más necesaria. Era una situación terrible para un hombre que no quería enamorarse, y para una mujer que sólo deseaba que la libraran de una obsesión y le devolvieran su libertad de amar.
  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 2 años
    Después de todo, ¡cuánta importancia damos a los nombres de las cosas! Si se quiere, la ninfomanía puede ser considerada como otra forma de virginidad; por lo que toca a Justine, quizá jamás haya conocido el amor. Quizás un día encuentre a un hombre frente al cual todas esas aburridas quimeras se disuelvan en inocencia. No crea que esto es imposible”.
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