Los monjes y las monjas gozan del privilegio de la inocencia, pensé, aunque lleguen a ella ateniéndose al principio de la prohibición.
Alejandra Espinocompartió una citael año pasado
El perro no pareció demasiado contrariado al ver su nuevo hogar; quizás evaluaba que se había librado de algo peor. Investigó las habitaciones, salió al jardín, y cuando le ofrecí agua y galletas no les hizo ascos. Garzón y yo bebimos un whisky con toda parsimonia, pendientes de las evoluciones del animal.
—Tendré que buscarle un nombre —dije.
—Llámele Espanto… —apuntó el subinspector—, con lo feo que es…
—No está mal pensado.
El recién bautizado se tumbó a mis pies, suspiró. Garzón también suspiró, encendió un cigarrillo, miró plácidamente al techo. Componíamos una escena sosegada tras las múltiples inquietudes del día
Alejandra Espinocompartió una citael año pasado
Era triste, a cada perro sin raza parecía corresponderle un dueño desheredado
Opiniones
zulema croxcattocompartió su opiniónel año pasado
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Me gustó,aparte había visto el capítulo en la, serie italiana Petra,pero en general no encuentro libros queme gusten,los autores que agreganno los conozco
Sabrinacompartió su opiniónhace 4 días
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Anaid Zendejas Escandoncompartió su opiniónel mes pasado
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