es

Jennifer L. Armentrout

  • israel Bernalcompartió una citahace 10 meses
    La muerte es como una vieja amiga que viene de visita, a veces cuando menos se la espera y otras cuando la esperas.
  • Oricompartió una citahace 2 años
    —Con mi espada y con mi vida, juro mantenerte a salvo, Penellaphe —dijo, su voz grave y suave. Me recordó a un delicioso chocolate de sabor intenso—. Desde este momento hasta el último, soy tuyo.
  • Ashly Tariracompartió una citael año pasado
    —Porque todo el mundo debería poder vivir un poco, aunque fuese solo unas pocas horas.
  • Celeste Verdejo Condecompartió una citahace 2 años
    Para aquellos que nunca dejan de creer,
    que nunca dejan de intentarlo y que nunca pierden la esperanza.
  • ayocompartió una citael año pasado
    —Nos vamos a casa para casarnos, princesa mía.
  • Zaiira Ceciicompartió una citael año pasado
    Despacio, levanté la mirada hacia la suya.

    Sus ojos color ámbar se abrieron de par en par por la sorpresa. Me sostuvo la mirada por un instante y luego miró hacia abajo.

    Hacia el lugar donde la daga sobresalía de su pecho.

    De su corazón.
  • Rowanncompartió una citahace 2 años
    —Con mi espada y con mi vida, juro mantenerte a salvo, Penellaphe —dijo, su voz grave y suave. Me recordó a un delicioso chocolate de sabor intenso—. Desde este momento hasta el último, soy tuyo.
  • Natycompartió una citahace 2 meses
    Por favor, que no supiera leer.

    La sonrisa se borró despacio de su rostro.

    Por supuesto que sabía leer. ¿Por qué era tan injusta la vida?
  • bernalgarcialucerocompartió una citael año pasado
    Levanté mis cejas. —¿Enserio? Estoy segura de que tu oficina ha sido bástame estimulante y encantadora.

    Ash se recostó, una pequeña risa saliendo de sus labios. —Santa mierda.

    —¿Qué? —Apreté el borde de la sabana en donde se amontonaba en mi regazo.

    —Estas celosa.
  • mikindlelectorcompartió una citael año pasado
    se abrió la puerta y sin apenas darme cuenta me había quedado absorta contemplando un torso ancho, musculado y bronceado. Desnudo. Bajé la vista y creo que me quedé… sin respiración. Los tejanos le quedaban por debajo de las caderas y dejaban al descubierto una fina línea de oscuro vello que nacía debajo del ombligo y desaparecía bajo la cinturilla del vaquero.

    Se le marcaban los abdominales: tenía una tableta de chocolate perfecta y muy apetecible.

    Que bendición 🌚

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)