Estás listo?
Los dientes de Flame rechinaron, y negó con la cabeza.
—No —dijo con voz áspera, sus ojos disparándose alrededor de la iglesia en busca de qué, no lo sabía
—Pero, ¿me seguirás? —me apresuré a decir.
Flame esta vez me miró a los ojos y respondió.
—A cualquier lugar