Camila Rowlands

  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Estos cien billones de microscópicas criaturas que cohabitan en nuestro sistema digestivo y que funcionan e interactúan como un auténtico ecosistema metabólicamente activo y muy versátil componen lo que antes llamábamos flora intestinal y que actualmente se conoce como microbiota (ahora sabemos que lo de «flora» era inexacto; nada que ver con el reino vegetal).
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Y todo apunta a que su radio de acción va bastante más allá: nuevos estudios están demostrando que las bacterias que habitan nuestro organismo influyen en la manera en que la mente trabaja y que malestares psicológicos cada vez más extendidos, como la ansiedad o la depresión, pueden estar en gran parte relacionados con el estado en el que mantengamos el hábitat de nuestros minúsculos habitantes.
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Con la pérdida de diversidad aumenta el riesgo de que el sistema se colapse.
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Simplificando y sin entrar en pormenores científicos o nomenclaturas complicadas, podemos decir que la microbiota está compuesta por bacterias beneficiosas (flora de fermentación) y bacterias perjudiciales (flora de putrefacción).
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Microbiota/microbioma

    En los textos –libros, artículos, ponencias, entradas de blog...– que tratan sobre esta colonia microbiana, hasta hace poco conocida como flora intestinal, es frecuente la confusión, o al menos la falta de claridad, a la hora de diferenciar entre «microbiota» y «microbioma». No son sinónimos en absoluto. La primera es lo que he definido en este apartado y sus principales funciones, tal y como he expuesto, son protectoras (frente a otros tipos de bacterias y virus potencialmente patógenos), metabólicas (cumple un papel esencial en la digestión y la absorción y síntesis de los nutrientes) e inmunitarias (cuando su ecosistema se halla en equilibrio, para el correcto funcionamiento del sistema inmune). Por su parte, el microbioma vendría a ser un segundo genoma diferente del genoma humano, y que ayuda a compensar algunas deficiencias de este. O sea, es el código genético de todos los microbios que albergamos. Su estudio es relativamente incipiente y hay que ir hilando más fino para aprovechar todo el potencial de esta nueva huella identificativa
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Se conoce como disbiosis, o disbacteriosis, a la alteración de la microbiota intestinal producida como resultado de un desequilibrio entre bacterias beneficiosas y bacterias dañinas. Esta alteración es debida en la mayoría de los casos a patrones dietéticos que perjudican al ecosistema bacteriano y alteran su funcionamiento
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Debido a estos cambios en la concentración bacteriana, la pared intestinal se vuelve permeable y el problema, irremediablemente, pasa de ser intestinal a ser general, con consecuencias nefastas para todo el organismo.
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    En nuestro heterogéneo ecosistema intestinal todos los microorganismos –tanto nuestros aliados como los potencialmente conflictivos– están separados del flujo sanguíneo por esa barrera de enterocitos (células epiteliales). Cuando los aliados –los que establecen con nosotros, los anfitriones, una relación simbiótica– están en minoría (debido a varios factores que pronto veremos), el riesgo de que los posibles patógenos –partículas, sustancias, bacterias y otros microorganismos– puedan atravesar la barrera aumenta. Si esto ocurre, el torrente sanguíneo resultará contaminado y el hígado sufrirá una sobrecarga, lo que hará que disminuya su capacidad depuradora y por tanto nuestra tolerancia a las sustancias químicas a las que nos vemos expuestos a diario.
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    Esta permeabilidad provoca que varias sustancias non gratas se abran paso y reten al sistema inmunitario. La respuesta inmune que sigue da lugar a una inflamación. Cuando esta respuesta inflamatoria se convierte en un estado permanente y repetitivo, afecta a la función de otros órganos, incluido el cerebro.
  • Nikolai C.compartió una citahace 2 años
    En el año 2003 se realizó un estudio revelador con un grupo de veinte niños a los que se les había diagnosticado TDAH. A la mitad se les suministró como tratamiento metilfenidato (fármaco psicoestimulante) y a la otra mitad los trataron con probióticos (hablaré más adelante sobre ellos), ácidos grasos omega 3 y suplementos nutricionales. Ambos grupos obtuvieron resultados casi idénticos. Obviamente el grupo de estudio fue muy pequeño, pero eso no invalida los resultados; aunque no se tomen como concluyentes, deben considerarse como un indicio clarísimo de algo en lo que hay que profundizar.
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