Francisco Sellén

  • Andrés Alfarocompartió una citahace 2 años
    El amor, ya brote por vez primera, ó surja de cenizas casi apagadas, siempre tiene que crear un rayo de sol que llena el corazón de esplendores tales, que se esparcen en todo el mundo interior.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    Algo había desaparecido en ella, algo completamente femenino, como acontece con frecuencia cuando la mujer ha pasado por pruebas de una severidad peculiar: porque si ella es toda ternura, esto le costará la vida; y si sobreviviere á estas pruebas, entonces esa ternura ó tiene que extinguirse por completo, ó reconcentrarse tan hondamente en el corazón, que jamás se podrá mostrar de nuevo. Tal vez esto último sea lo más exacto. La que una vez fué una verdadera mujer, y ha cesado de serlo, puede á cada instante recobrar sus atributos femeninos, si solamente viene el toque mágico que efectúe la transfiguración.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    Pero en la educación de su hija, la osadía de sus pensamientos había abatido en gran parte su entusiasta vuelo
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    —Llevadla, pues, si así os place,—replicó el médico.—Una mujer debe seguir su propio capricho en lo que concierne al adorno de su persona.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    yerba mora, beleño, cicuta, apócimo
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    Para conseguirlo, pensó en aquellos días, ya muy lejanos, en que Rogerio acostumbraba dejar su cuarto de estudio á la caída de la tarde, y venía á sentarse junto á la lumbre del hogar, á los rayos de luz de su sonrisa nupcial. Decía entonces que necesitaba calentarse al resplandor de aquella sonrisa, para que desapareciera de su corazón de erudito el frío producido por tantas horas solitarias pasadas entre sus libros.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    —¿Te has despertado alguna vez sin que me hayas visto junto á tí?—le preguntó Ester.

    —No lo recuerdo,—dijo la niña.—Si temes dejarme sola en nuestra choza, debes llevarme contigo. Mucho me alegraría acompañarte.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    Constantemente, es verdad, mientras el arroyuelo continuaba deslizándose hacia adelante, dejaba oir un suave, apacible y tranquilo murmurio, aunque lleno de dulce melancolía, como el acento de un niño que pasara los primeros años de su vida sin compañeros de su edad con quienes poder jugar, y no supiese lo que fuera estar alegre, por vivir entre tristes parientes y aun más tristes acontecimientos.
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    —Ve á jugar ahora, niña, y atorméntame después cuanto quieras,—exclamó Ester.—Pero no te alejes mucho. Quédate donde puedas oir la charla del arroyuelo
  • Michel Isidrocompartió una citahace 2 años
    La muerte era un objeto demasiado definido para que pudiese anhelarla ó desease evitarla.
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