Celia Filipetto

  • Mobsmobacompartió una citahace 10 meses
    Ahora bien, cuidado: no es que uno pueda esperar consolarse de su tristeza escribiendo. Uno no puede abrigar la ilusión de que el propio oficio lo acaricie y lo acune. En mi vida hubo domingos interminables, desolados y desiertos, en los que deseaba ardientemente escribir algo para consolarme de la soledad y el aburrimiento, para ser acariciada y acunada por frases y palabras. Pero no hubo manera de que me saliera una sola línea. En estos casos, mi oficio siempre me
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    rechazó, no quiso saber nada de mí. Porque este oficio no es nunca un consuelo o una distracción. No es una compañía. Este oficio es un amo, un amo capaz de azotarnos hasta hacernos sangrar, un amo que grita y condena. Nosotros debemos tragar saliva y lágrimas, apretar los dientes, secar la sangre de nuestras heridas y servirlo. Servirlo cuando él nos lo pide.
  • Mobsmobacompartió una citahace 10 meses
    lo que respecta a la educación de los hijos, creo que no hay que enseñarles las pequeñas virtudes, sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia hacia el dinero; no la prudencia, sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor por la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo del éxito, sino el deseo de ser y de saber.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    descubrimos, con profundo estupor, que hasta de nuestra ciudad gris, pesada y nada poética, se podía hacer poesía.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    o aburríamos, no lográbamos decirle que veíamos claramente en qué se equivocaba: en su resistencia a doblegarse y amar el curso cotidiano de la existencia, que avanza uniforme y aparentemente sin secretos. Así pues, le quedaba por conquistar la realidad cotidiana, pero esta le estaba prohibida y era inasible para él, que ante ella sentía sed y repugnancia a la vez; por tanto, no podía sino mirarla como desde inconmensurables lejanías.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    porque la suya nos parecía una tristeza como de muchacho, la melancolía voluptuosa y despistada del muchacho que todavía no tiene los pies sobre la tierra y se mueve en el mundo árido y solitario de los sueños.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    Algunas veces estaba muy triste, pero durante mucho tiempo nosotros pensamos que se curaría de esa tristeza cuando se decidiera a hacerse adulto,
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    Pero el hecho de que siempre se lo hubiera esperado significaba que lo que había logrado ya no le daba ninguna alegría, porque era incapaz de gozar de las cosas y amarlas en cuanto las tenía.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    o será necesario dejar la cama.
    Sólo el alba entrará en el cuarto vacío.
    Bastará la ventana para vestir todas las cosas
    con una claridad tranquila, casi una luz.
    Una sombra descarnada se posará en el rostro supino.
    Los recuerdos serán grumos de sombra
    escondidos como viejas brasas
    en el hogar. El recuerdo será la llamarada
    que aún ayer mordía en los ojos apagados.
  • Daniela Jiménezcompartió una citahace 2 años
    os jóvenes creen que por vestirse de este modo afirman como en voz alta su propia situación libre, desmadrada, inconformista, la originalidad y la excentricidad de su propio pensamiento. No se dan cuenta, sin embargo, de que en la calle hay miles de personajes perfectamente idénticos a ellos, con las mismas melenas, la misma expresión de ingenuo desafío en el rostro, los mismos zapatos.
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