Para Lukács, la filosofía alemana, ya desde el idealismo, pero muy especialmente a partir de Nietzsche, habría tenido una responsabilidad innegable en el advenimiento del nazismo. El supuesto irracionalismo de esta tradición filosófica habría dificultado la aceptación de los valores de progreso que trajo la Ilustración y, en la medida en que supuso un obstáculo para los valores democráticos, habría reforzado a Alemania en sus pretensiones imperialistas, poniéndola finalmente en manos del nazismo.