Océano

La seducción fue y será siempre la forma femenina del poder y la guerra.

Los hombres no saben cómo hacer frente a las mujeres que usan contra ellos sus propias armas; esto los intriga, excita y desarma. Pocos hombres pueden resistir los placeres prohibidos que la dandy masculina les ofrece.

(Don Juan termina yéndose al infierno, y la palabra rake [libertino, en inglés] se deriva de rakehell, el hombre que rastrilla el carbón en el infierno; el componente diabólico es parte importante de esta fantasía).