Charles Prawson

  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Al preguntarle a sir Nicholas si ha probado a dar esas brazadas en el agua, este responde: «No, señor, pero soy un exquisito nadador de tierra. Me contento con la parte especulativa de la natación, me importa poco la práctica. Rara vez busco la utilidad de algo, no es mi estilo».
  • b0853461985compartió una citael año pasado
    Aunque era muy joven, comencé a formarme un vago concepto del nadador como un individuo bastante alejado o totalmente aislado de la vida ordinaria, devoto de un tipo de ejercicio en el que la mayor parte del cuerpo permanece sumergida y absorta
  • b0853461985compartió una citael año pasado
    Me parecía que aquello atraía al introvertido y al excéntrico, a los individualistas que habitan su propio universo mental
  • Andiecompartió una citael año pasado
    Cuando te preocupas por lo que tu rival está haciendo te olvidas de lo que haces tú, y eso solo sirve para desconcentrarte de tu ejecución».
  • Andiecompartió una citael año pasado
    La gente admiraba los maravillosos movimientos de tornillo que hacían con sus ancas por debajo de las rodillas
  • Andiecompartió una citael año pasado
    El mar, argumenta, cura los resfriados, mejora el apetito, el ánimo y las fuerzas.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    El mundo ha estado vacío desde el tiempo de los romanos,
    pero el recuerdo de los romanos lo llena.
    L. A. SAINT-JUST
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    «Cuando alguien disfruta mucho haciendo alguna cosa —afirma uno de los aforismos de Lichtenberg—, casi siempre le anima un interés en algo todavía mayor que la cosa misma».
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    «un solitario baño en el bosque, con el zumbido de las abejas y el soñoliento canto de los pájaros a mi alrededor, embebiéndome en todas las formas de belleza que se encuentran en las hojas y guijarros, en los musgosos rincones de las frías y húmedas raíces de los árboles, en todas las humildes complejidades de la naturaleza que nadie se detiene a mirar. Y por todas partes, mientras el agua fría se derramaba en hilillos, flotaba la deliciosa sensación de la infancia, y una simplicidad, una pureza y una paz como las que proporciona cada efímero regreso a un estado natural. Nadar en el bosque siempre me hacía pensar en el paraíso. No sé si son premoniciones de la dicha sencilla que habremos de encontrar en la tierra renovada, o si son visiones de un pasado que concierne a las antiguas eras en las que paseábamos sin rumbo (¿os acordáis?) junto al océano del amor eterno».
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Su experiencia natatoria ya era lo suficientemente emocional como para llevarle a declarar lo siguiente, al embarcarse en su historia de los Borgia: «Me embargó una sensación deliciosa, esa que sobreviene al nadador que se dispone a lanzarse desde el borde de un nuevo río. Es la grandiosa sensación de la búsqueda, de la experimentación, del atrevido hallazgo».
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)