Ángel Luis Hernández

  • Carlos Vasquezcompartió una citahace 7 meses
    Mi opinión es que nuestra generación ha concedido demasiada importancia a los «aderezos», y sólo Dios sabe el tiempo y la energía que hemos desperdiciado ejercitando nuestra dicción y perfeccionando nuestro lenguaje, y las horas que hemos pasado consultando enciclopedias y publicaciones para ampliar nuestros conocimientos, en lugar de dedicarnos a dominar los principios básicos de nuestra profesión.
  • Natalia Ligacompartió una citahace 10 meses
    Durante su vida siguió un camino, que resultó no ser el correcto, pero lo eligió. Y al menos eso pudo decirlo. Yo no puedo. Yo sólo confié.
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    En esta ocasión, allá en lo alto de la escalera, la respuesta que se me ocurrió fue que todos los que nos dedicamos a esta profesión, aunque no viésemos el país, entendiendo por ver el conocer el paisaje y visitar rincones pintorescos, en realidad «veíamos» Inglaterra más que la gran mayoría, empleados como estábamos en casas donde se reunían las damas y los caballeros más importantes del
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Señor, considero que durante todos estos años, sin salir de esta casa, he tenido el privilegio de ver lo mejor de Inglaterra
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    que todos los pequeños errores que había cometido durante los últimos meses tenían como origen nada más y nada menos que una desacertada planificación de la servidumbre
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    hecho, durante los primeros días que estuve al servicio de mister Farraday recuerdo que hubo un par de ocasiones en que me sorprendieron sus palabras. Una fue, por ejemplo, el día en que le pregunté si un caballero al que esperábamos en casa vendría acompañado por su esposa.
    –Recemos por que no venga –me respondió mister Farraday–. Si fuera así, debería mantenerla alejada, o llevársela a una de las cuadras de la granja de mister Morgan. Distráigala, ya sabe usted que en esas cuadras hay mucho heno. Quizá la mujer sea su tipo
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    En una época con tantos cambios, considero perfecto que todo el mundo asuma nuevas obligaciones, aunque se trate de deberes con los que no estemos familiarizados por la tradición. El sarcasmo, no obstante, pertenece a otra esfera. Es imposible saber cuándo una persona espera realmente de otra una respuesta jocosa. En cambio, es mucho más fácil cometer el grave error de hacer algún comentario chistoso y descubrir inmediatamente que no era nada apropiado
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Ustedes los mayordomos siempre están encerrados en mansiones como ésta al servicio de los demás. ¿Cómo se las arreglan para conocer las bellezas que encierra su país?
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Como podrán imaginarse, no tomé la propuesta en serio. Consideré que sólo se trataba de un ejemplo más del gran desconocimiento que los caballeros norteamericanos tienen de lo que es correcto o incorrecto en Inglaterra
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Lo que ocurrió fue lo siguiente. Una vez finalizada la transacción, transacción mediante la cual la familia Darlington perdió esta casa que les había pertenecido durante dos siglos, mister Farraday hizo saber que no se instalaría inmediatamente, sino que seguiría durante otros cuatro meses en los Estados Unidos para dejar zanjados una serie de asuntos. No obstante, fue su deseo que la servidumbre de su predecesor, de la cual tenía muy buenas referencias, continuase en Darlington Hall. Esta «servidumbre» a la que aludía mister Farraday constituía en realidad un grupo de seis criados que habían conservado los familiares de lord Darlington para que cuidasen la casa
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