La lectura, para Chartier, es precisamente el tipo de actividad social a la que hay que rescatar de las manos de los críticos literarios. Chartier describe la lectura como una “apropiación”, un término fundamental que tomó de De Certeau, y que él colorea con el concepto de “distinción” de Bourdieu con el fin de señalar una forma de conducta por medio de la cual un grupo social se define a sí mismo ante otro grupo social. Por tanto, cuando los lectores se apropian de un texto, no solamente hurtan del bosque de símbolos todo aquello que convenga a sus necesidades y caprichos individuales. Le dan sentido a los textos de un modo que es carac